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Tribuna Pública

Mirando al Norte

José Luis Martínez

Los marinos y los aficionados a navegar siempre nos fijamos en el Norte, sobre todo, en la penumbra para saber hacia dónde nos dirigimos. Por eso, me parece bien la metáfora del Presidente sobre que en el futuro “debemos mirar hacia el Norte, porque todo lo bueno que ha sucedido siempre en esta ciudad ha venido por el mar”…
Pero ¿qué podemos esperar que venga del Norte? ¿Turistas, con las actuales comunicaciones marítimas y aéreas? ¿Más estudiantes a nuestras instalaciones educativas sin posibilidad de albergarlos en residencias? ¿Más profesionales de la sanidad, de la informática y las telecomunicaciones, de las consultoras internacionales o de servicios financieros? ¿Más empresas de servicios tecnológicos? ¿Algún tipo de industria de las llamadas “ligeras” como las textil o la farmacéutica, sin olvidar las “nuevas” como la robótica o la informática?… De la entrada o no en la Unión Aduanera y sus consecuencias socioeconómicas tendremos tiempo de hablar cuando se conozca el estudio encargado por PROMESA y que debe estar a punto de ser finalizado. Todo ello es posible, factible y deseable pero me temo que con las condiciones actuales de nuestra Ciudad es pura utopía. Si en 20 años no hemos dado un paso en esa dirección ¿lo vamos a hacer en pocos meses? Bonito futuro, pero utópico…
La única actividad económica en esta Ciudad que no depende del sector público es el comercio, la hostelería y los servicios anexos a ambos. Y ésta según datos estadísticos publicados por organismos oficiales (Aduana, Mº de Comercio, Autoridad Portuaria, etc…) y de entidades privadas ha bajado en picado desde que en el mes de julio del pasado año ustedes decidieron “reorganizar y reducir” el comercio fronterizo. ¿A cambio de qué? ¿De fluidez, de seguridad? ¿Dónde están ambas?
Sin esta actividad económica -mientras llega el “maná” desde el Norte- nuestra Melilla va a quedar reducida a una “ínsula” llena cada vez de más funcionarios y de servicios públicos cedidos a unas pocas empresas, subvenciones de todo tipo a entidades que no aportan más valor que ser captadores de votos, magníficas condiciones tributarias a los residentes y grandes descuentos para que los que queden puedan desplazarse a la Península con mucha más facilidad de antes… pero ¿y los miles de melillenses que no tenemos la suerte de encontrarnos en esa -más o menos grande- privilegiada parte de la población que pueden vivir del sector público? ¿Tendremos el resto que mirar al Norte como puerta de salida?
Creo que mientras llega ese futuro idílico no nos queda más remedio que mirar al Sur, aunque a algunos le pese. Sí, mirar hacia nuestros vecinos que tanto nos quieren y nos respetan -como demuestra el cierre unilateral de la aduana comercial- y vamos a intentar volver a las buenas relaciones de vecindad que tanta prosperidad han traído a ambas partes durante decenas y decenas de años hasta hace relativamente poco tiempo.

Tenemos que arreglar el caos fronterizo en la entrada de personas que impiden que lleguen más vecinos a comprar, a consumir, a disfrutar de nuestros servicios y de la Ciudad. No se puede permitir que todavía no tengamos un paso en la entrada de Beni-Enzar reservado a los ciudadanos de la Unión Europea y, por ende, a los melillenses. Esto depende en exclusiva del Gobierno de España porque es en “nuestro” lado de la frontera y es la Delegación del Gobierno a quien corresponde ponerlo en marcha cuanto antes.

Y del caos que han organizado en la salida de mercancías qué más se puede decir que lo dicho por la Plataforma de Empresarios desde noviembre pasado sin que ustedes se hayan dignado –ni como Ciudad ni como Delegación- a analizar, discutir, mejorar y remover todos los impedimentos que se han puesto para que sea fluida la salida del comercio fronterizo informal que -como bien afirmó en sede parlamentaria el Mº de Exteriores- se realiza en régimen de viajeros. Por supuesto que una parte del problema corresponde a Marruecos, pero lo que corresponde a nosotros nunca se debería haber mantenido sin enmendarlo tras los desastrosos resultados obtenidos por esas medidas. Estamos a la espera que la nueva responsable del control en la frontera –la Delegada del Gobierno- haga honor a sus palabras de cuando estaba en la oposición y se manifestaba a favor de nuestras propuestas.

El futuro no se consigue por “decreto” ni con buenas palabras. Se construye trabajando con todos los que creemos en él aunque discrepemos en la forma y en los planteamientos ideológicos. Y, ahora, es el momento para que todos trabajemos juntos por el PRESENTE Y FUTURO DE MELILLA mirando al Norte, al Sur, a la izquierda y a la derecha…
FELIZ DIA DE MELILLA EN SU 521º ANIVERSARIO

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