La Ciudad Autónoma de Melilla reprochó ayer a la Delegación del Gobierno su forma de actuar “basada en la foto más que en un trabajo efectivo para los ciudadanos”, como a su juicio ha demostrado en la polémica sobre los planes de empleo, sobre los que el PP ha advertido de que un retraso podría hacer perder parte de los fondos. A preguntas de los periodistas, el portavoz de la Ciudad Autónoma, Manuel Ángel Quevedo, mostró la preocupación de esta institución por el hecho de que los planes de empleo no estén en un punto de desarrollo tan avanzado como deberían para que puedan empezar a trabajar cuanto antes los más de mil desempleados beneficiarios, con contratos de siete meses.
Quevedo insistió en que hay “un retraso” en la organización de los planes de empleo, financiados con una subvención estatal “muy importante” de varios millones de euros que Melilla podría perder si no empiezan pronto a funcionar, lo que perjudicaría a los parados beneficiarios, ya que en lugar de trabajar siete meses, lo harían solo “cuatro, cinco o seis”.
SEPE
El portavoz del Ejecutivo melillense atribuyó este retraso a la situación que atraviesa el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), sin director provincial desde hace tres meses, ya que la persona que había ocupado ese puesto en los últimos años, la popular Esther Azancot, fue cesada poco después de la llegada del nuevo Gobierno y aún no se ha nombrado a nadie para relevarla.
Para la Ciudad Autónoma, esto “no es comprensible” ni normal, y también se da en el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA), por lo que a su juicio, la Delegación del Gobierno debería haber dejado a Azancot al frente del SEPE, ya que “sabía hacer su labor estupendamente” y la habría desarrollado “con toda lealtad” pese a la diferencia de color político.
Quevedo se mostró convencido de que, si Esther Azancot hubiera seguido en su puesto al frente del SEPE hasta que la Delegación del Gobierno hubiera encontrado a otra persona para sucederla, los planes de empleo “estarían más desarrollados, infinitamente”. No en vano, recordó que estas políticas activas de empleo son “una cosa de todos” y “no son de izquierdas ni de derechas”, pese a que “son proyectos que hizo el PP con un dinero que puso en los Presupuestos Generales del Estado”.
Además, lamentó que, aunque la Delegación del Gobierno nombrara ahora a un nuevo director provincial, la organización de los planes de empleo tampoco se vería acelerada porque “una persona nueva necesita un mes o un mes y medio para ponerse al día”, especialmente para gestionar un programa “complejo”como son estos planes.
En cambio, recordó que Azancot “llevaba ya muchos años y lo hacía estupendamente”, de ahí que mostrara la preocupación de la Ciudad Autónoma, la cual “no está obstaculizando, sino todo lo contrario”, porque su interés es que los planes de empleo “empiecen ya”.
Un plan de 12 personas
“Si hay que hacerse una foto, nos la haremos”, respondió el portavoz de la Administración melillense para responder a la Delegación del Gobierno, que anteayer difundió una imagen de su responsable, Sabrina Moh, firmando un convenio, y criticó que el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, hubiera rechazado la invitación para reunirse para la firma.
Quevedo puntualizó que este convenio era solo para contratar a 12 personas de las más de mil que conforman los planes de empleo, al tiempo que recordó que antes del cambio de Gobierno, “todos los años firmaban esto el presidente de la Ciudad y el delegado del Gobierno y no se hacían fotos” como ahora pretendía hacer Sabrina Moh.
“Parece que la Delegación del Gobierno tiene mucho interés en hacerse una foto con cada cosa que hace” para darle “relevancia”, lamentó Quevedo para expresar que esa no es la forma de actuar que le gusta a la Ciudad Autónoma, sino “un trabajo efectivo para los ciudadanos”.
