La orden de escolarización masiva, que "atiende al derecho a la educación" vulnera el derecho a una educación de calidad del resto de alumnos de nuestra ciudad integrados ya en el sistema educativo.
Actualmente teníamos la ratio más elevada de España, rozando o atentando contra la legalidad. Con la actual orden de escolarización el problema se magnifica. Eso este curso, veremos en los sucesivos cursos, con el efecto llamada que se está provocando.
¿Estamos todos contentos?
Es maravilloso que se pueda dar entrada al sistema educativo español a tantos extranjeros y que se pueda uno cambiar tan felizmente de centro. La calidad ya da igual ¿no?
También da igual la organización y los recursos.
¿Tenemos espacios? ¿Son adecuados?
¿Además de enviar niños a espuertas, ha pensado el Ministerio en aumentar los presupuestos a los centros?
¿Tenemos más recursos digitales con su correspondiente mantenimiento y equipamientos didácticos?
¿Tenemos sillas y mesas?
¿Tenemos libros y materiales didácticos para esos alumnos?
Hay de todas formas una cuestión que nos intriga más profundamente: Si cuando se cerró el proceso ordinario de escolarización no quedó ningún alumno de 3 años por asignarle centro, como puede ser que en el mes de septiembre se hayan cursado 127 órdenes de matriculación para alumnos de esta edad ¿Han crecido como las setas?
¿Vamos a seguir observando con estupor como siguen lloviendo órdenes de escolarización a nuestros saturados colegios, sin que esto tenga un final?
Ah, bueno, ya está todo solucionado, como se solucionan las cosas. Lo único que importa es que todos los niños de nuestra ciudad y de un país vecino están ya en los colegios. La puerta está abierta. Lo que supone que alguna se cerrará como la Residencia de Estudiantes hispanomarroquíes que se va a quedar sin alumnos. Porque ¿Alguien se ha molestado en explicarle al Defensor del Pueblo que existe un centro educativo en Melilla para alumnos de origen marroquí que no tienen regularizada su residencia? Si no van a su centro es porque no quieren, no porque no exista.
Los procesos extraordinarios de escolarización se rigen por medio de una NORMATIVA, como cualquier otra acción que efectúen las autoridades de un país democrático y civilizado. En el caso que ha provocado la alarma social generalizada de la comunidad educativa de Melilla, el sindicato CSIF ha detectado dos posibles irregularidades en el cumplimiento de la norma:
En primer lugar sabemos que para la resolución del proceso de escolarización, el Director Provincial podrá autorizar hasta un incremento del nº de alumnos por aulas (máximo extraordinaria 25 en infantil y 30 alumnos en primaria) en los centros públicos o privados/concertados según establece el artículo 2 del RD 14/2012, de 20 de abril de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo.
Con la orden dada varios centros sobrepasan en algunas unidades el máximo legal permitido, viva la calidad de enseñanza preconizada por nuestros actuales dirigentes.
En segundo lugar creemos que no se ha seguido el procedimiento, al no tener constancia de que se haya convocado la comisión de garantías para la escolarización en El Proceso Extraordinario, tal y como se recoge en la normativa de 22 de febrero de 2018 por la que se regula el proceso de admisión de alumnos.
Por lo anteriormente expuesto CSIF Educación exige que el Director Provincial anule la orden de matriculación emitida el pasado viernes 21 de septiembre, de no hacerlo así, este sindicato se reserva su derecho a actuar legalmente.
