Hoy quiero opinar sobre el artículo de Ángel Gil (al que saludo desde aquí, recordando los tiempos que vivimos en la fundación, hace ya muchos años, de la primera Casa de Melilla en Madrid, que desgraciadamente fracasó por motivos que él y más personas sabemos. Pero éste no es el tema de mi escrito de hoy) que ha aparecido en nuestro periódico de hoy domingo 23 de septiembre.
Como otros escritos que, de vez en cuando, Ángel ha publicado en nuestro periódico melillense, me he puesto a leerlo porque siempre me interesa ver de qué se trata… Sinceramente, me ha emocionado muy profundamente y llamo la atención a los lectores a los que se les haya podido pasar inadvertido, para que le dediquen unos minutos a leerlo y lo mediten……
El Alzheimer es una enfermedad, por desgracia muy de actualidad hoy día en muchos hogares, tan cruel y devastadora, menos para la persona que la sufre (porque no se entera) y mucho más dolorosamente cruel para el entorno en el que vive, que a todos nos interesa enterarnos de las experiencias que se viven…. Por eso aconsejo y animo a que se lea este artículo que con tanta sensibilidad ha dedicado hoy Ángel a esta tristemente conocida enfermedad.
Tu escrito, Ángel, me ha llegado al alma por la sensibilidad con que hablas del cariño sincero que has recibido de esa «madre» postiza que tanto te ha enseñado y que tú has adorado, como un buen hijo y cito tu última frase que comparto contigo: «En estas palabras van, tanto a los que el olvido les vació los recuerdos y también a los cuidadores de pacientes de Alzheimer, familiares o no, que como yo aprendí el valor que una mirada perdida tiene cuando hay amor».
Cordialmente siempre desde Madrid
