El sindicato de enseñanza ANPE consideró ayer que la medida adoptada por la Dirección Provincial del Ministerio de Educación no se ajusta a la situación de “emergencia” que vive la educación de nuestra ciudad, por lo que cree que esta decisión debería haberse tomado desde el diálogo con la comunidad educativa y desde la puesta en marcha de programas y medidas “destinadas a compensar las grandes dificultades que se van a encontrar tanto el alumnado como el profesorado melillense”. En una nota de prensa, ANPE Melilla quiso mostrar su “indignación” ante la orden de escolarización extraordinaria remitida por la Dirección Provincial a los centros educativos de la ciudad y propuso llevar a cabo movilizaciones de la comunidad educativa de no revertirse la situación “para poder arreglar este problema y no seguir jugando con la educación de nuestros alumnos y la salud de nuestros profesores”.
Este sindicato recordó que hasta hace pocos meses, el actual Gobierno se encontraba en la oposición “y no se cansó de denunciar públicamente la complicada situación de la educación en nuestra ciudad”. “En bastantes ocasiones, salió a los medios a protestar por la situación en la que se hallaba la misma, exigiendo un “mayor afán” al Ministerio para tratar de solucionar los problemas. Entonces calificaba la política educativa de “nefasta”; y, desde luego, no le faltaba razón”, rememoró ANPE.
Sin embargo, lamentó que en este nuevo curso se han encontrado “una Dirección Provincial desbordada e ineficaz, con un insuficiente aumento del cupo de profesores, el edificio del Mercado Central sin abrir, las aulas modulares sin acabar, convocatorias uniprovinciales sin convocar y sin profesores en lista para ser llamados, y así, un largo etcétera”.
El “remate final”, según ANPE es “una orden masiva de escolarización de unos 300 niños, a los que hay que añadir otros 400 cambios de matriculación por diferentes motivos”. “En definitiva, un disparate”, agregó.
Condiciones dignas
ANPE Melilla quiso puntualizar que no se opone “frontalmente” a la escolarización de estos niños y “si se tienen que escolarizar, que se escolaricen, faltaría más”. Sin embargo, reclamó que se haga “en unas condiciones dignas para alumnos ya escolarizados, alumnos por escolarizar y profesorado, y que se cumpla la ley para todos”.
En este punto, señaló que la Dirección Provincial debe garantizar una educación de calidad, “no solo de cantidad”, porque “si adopta una medida de carácter extraordinario que supone un incremento tan significativo en el número de alumnos, debe ir acompañada de un plan de medidas a corto, medio y largo plazo”. Entre ellas, señaló el aumento del cupo de profesores, la apertura de centros educativos en horario de tarde con plantilla de profesores y un equipo directivo que asuma la futura dirección de los centros educativos proyectados a futuro, además de la inauguración del edificio del Mercado Central y las Aulas Modulares, que posibilitarían la liberación de espacios públicos que pudiesen destinarse a acoger al alumnado.
Además, defendió que mientras llegan las nuevas construcciones, se debería contratar a todo el profesorado disponible “para poder, al menos, paliar la situación actual”. “Si no tenemos más sitio, vamos a desahogar a nuestros docentes para que puedan trabajar dignamente”, señaló.
Alternativas
Según ANPE, estas son las alternativas que existen “a las decisiones unilaterales”. “Entre toda la masa social se podría llegar a encontrar soluciones, pero para ello hace falta voluntad y un talante que, en esta ocasión, ha brillado por su ausencia”, lamentó.
“Nuestra ciudad tiene muchas necesidades y parchear no sirve para solucionarlos, sino más bien agravarlos. No puede ser que prevalezca el derecho de unos a costa de todo, porque la situación actual va a complicar aún más, si cabe, la labor de los docentes de esta ciudad”, insistió.
Además, ANPE dijo no entender que un gobierno que hace apenas unos días ha aprobado el anteproyecto de ley para revertir los recortes realizados en educación por el anterior Ejecutivo, “tome en nuestra ciudad unas medidas que, en la práctica, van a agravar la situación de la educación en Melilla hasta niveles nunca vistos”.
También recordó que “si al final los 700 alumnos anunciados finalmente son incorporados a nuestras aulas, el año que viene serán 1.400” porque “a buen seguro van a necesitar mucho tiempo para simplemente conocer nuestro idioma y por lo tanto no superarán el curso actual”.
