Aquel sábado día 2 de diciembre de 2017 en la sala de paritorio del Hospital Materno Infantil de Málaga empezó mi nueva vida como mamá atendida por unos profesionales que me ayudaron a tener un buen parto a pesar de ser primeriza y controlar el momento del nacimiento del bebé. Tuve la suerte de ser atendida por el matrón Antonio y la anestesista Patricia que estuvieron en los momentos más bonitos y cruciales que puede tener una futura mamá primeriza. Desde que el bebé llegó a esta vida ha estado atendido por auténticos profesionales como es el doctor Zabala y su equipo. Gracias a ellos. A pesar de la dura situación en la que nos encontrábamos, todo fue más llevadero. Mi pequeño necesito varias cirugías llevadas a cabo por los cirujanos Ruiz y Vera, con una profesionalidad y templanza que nos tranquilizaba saber que ellos aportarían su gran grano de arena para que mi pequeño tenga una vida mejor. Llegados a la UCIP con una situación complicada nos volvemos a llevar una grata sorpresa al encontrarnos con unos pediatras profesionales, dedicados y vocacionales, la doctora Yun así como el resto del equipo trataron a mi hijo de la mejor manera que se puede tratar a un pequeño enfermo, no dejando en el tintero a esos enfermeros, esos que están tan pendientes de mi pequeño que lo cuidan, miman y tranquilizan para que mejore lo antes posible, así como los auxiliares, Ana y Montse sus fisioterapeutas y personal de limpieza, todo un gran equipo que trabaja para que todo funcione correctamente. Agradecida por lo bien que trataron a mi bebé, la calidad humana demostrada por los médicos nombrados y compañeros, puedo decir orgullosa que en el hospital Materno Infantil de Málaga hay una plantilla de auténticos profesionales. Los papás de un corazón valiente deseamos que sigan actuando como los grandes profesionales que han demostrado ser.
