Melilla vivía conmocionada tras la muerte de 38 personas en el accidente aéreo de Tres Forcas. Tras dos días de trabajo de los forenses, comenzaban los entierros de las víctimas, en sepelios multitudinarios arropados por amigos y familiares. Un equipo de 25 psicólogos atendían a las familias de los fallecidos. Para ese día 27 estaba prevista la celebración de un acto ecuménico con la participación de representantes religiosos de todas las comunidades melillenses, y al que acudiría la infanta Elena.
Continuaban las investigaciones para esclarecer las causas del siniestro. La comisión mixta hispano-marroquí encargada de estas labores proseguía con el estudio de los datos en su poder, caso de la caja negra que estaba en propiedad de las autoridades marroquíes.
Melilla vivía conmocionada tras la muerte de 38 personas en el accidente aéreo de Tres Forcas. Tras dos días de trabajo de los forenses, comenzaban los entierros de las víctimas, en sepelios multitudinarios arropados por amigos y familiares. Un equipo de 25 psicólogos atendían a las familias de los fallecidos. Para ese día 27 estaba prevista la celebración de un acto ecuménico con la participación de representantes religiosos de todas las comunidades melillenses, y al que acudiría la infanta Elena.
Continuaban las investigaciones para esclarecer las causas del siniestro. La comisión mixta hispano-marroquí encargada de estas labores proseguía con el estudio de los datos en su poder, caso de la caja negra que estaba en propiedad de las autoridades marroquíes.
