El pasado 21 de septiembre tres miembros de una misma familia tuvieron una pelea en el domicilio familiar. El acusado increpó a su hermana menor, de 14 años, insultándola por su forma de vestir, y le arrojó una zapatilla a la cabeza, impactándole en la nuca. La madre de ambos intervino para detener la agresión, aunque el acusado, según el escrito de acusación, lejos de cesar en su actitud agresiva, propinó un codazo a su propia madre y le escupió. Ninguno de los implicados quiso declarar en la vista oral, pese a lo cual el Ministerio Fiscal mantuvo la acusación, interesando para el acusado la imposición de una pena de 9 meses de prisión. La semana pasada, concretamente el 21 de septiembre, el acusado (un joven melillense), su hermana pequeña, de apenas 14 años, y su madre se encontraban en el domicilio familiar.
Según los hechos descritos en el por el Ministerio Fiscal en su escrito de calificación, la menor se encontraba en su habitación cambiándose de ropa cuando su hermano, el acusado, irrumpió en la misma sin permiso y comenzó a insultarla por su forma de vestir, espetándole que era “una puta y una guarra”, e instándola a vestirse. El acusado, tras insultar a su hermana, le exigió “de malas formas” que le llevara ropa interior a su cuarto y, sorpresivamente, le arrojó una zapatilla con fuerza.
El objeto impactó en la región occipital (la nuca) de la joven perjudicada, provocándole una contusión e iniciando una pelea en la que la madre de ambos se vio forzada a mediar.
Lejos de desistir en su comportamiento agresivo tras la intervención de la madre, el acusado persistió y siguió intentando alcanzar a su hermana, pasando por encima de su madre. El joven arremetió entonces contra su propia madre, propinándole un fuerte codazo en la mano y llegando a escupirle en señal de desprecio. La madre también sufrió contusiones leves a raíz del ataque, que finalizó con la interposición de la denuncia por la que este joven ha sido puesto a disposición judicial, acusado de un delito de malos tratos en el ámbito de la violencia doméstica.
Pese a la interposición de la denuncia, tanto la hermana como la madre del acusado se acogieron a su derecho a no declarar durante la celebración de la vista oral, siendo ambas dos los únicos testigos citados en el procedimiento.
El Ministerio Público interesó para el acusado la imposición de una pena de 9 meses de prisión más la prohibición de comunicación y aproximación por un periodo de 1 año y 9 meses, por un delito de malos tratos en el ámbito de la violencia doméstica. Además, el Ministerio Fiscal estableció un total de 180 euros en concepto de indemnización para las perjudicadas (60 para la hermana, 120 para la madre), dado que, si bien las lesiones fueron menores y no resultaron impeditivas, tardaron varios días en sanar.
El acusado tiene antecedentes penales por otros delitos, no computables a efectos de reincidencia, y desde el día de la denuncia se le impuso como medida cautelar una orden de alejamiento tanto de su hermana como de su madre.
