El nuevo curso del Atlético Madrid ha empezado de la mejor manera en agosto con la victoria por 4 a 2 contra el rival de siempre, el Real Madrid, en la Supercopa Europea. El partido de Tallin, en el que los hombres de Diego Pablo Simeone se han acabado imponiendo de manera contundente en la prórroga, ha sido sin duda una presentación impactante por parte de un equipo que quiere volver a ganar un título de liga. Sin embargo, los comienzos en el campeonato liguero no han sido similares, ya que dos empates y una derrota inesperada han bajado al Atleti de las nubes. Y ahora el conjunto colchonero se halla a 8 puntos, cinco menos que el Barça y el Real Madrid, los dos líderes temporáneos, e incluso dos menos que el Alavés, la gran sorpresa de inicio de temporada.
Pero la victoria por 2 a 0 en el campo del Getafe en la última jornada de liga ha servido al Atleti para sacudirse de encima el mal ojo que parecía padecer hasta ahora. El equipo capitaneado por Diego Godín se ha impuesto en el Coliseum Alfonso Pérez en un partido decidido por un doblete del nuevo fichaje Thomas Lemar, el más caro de la historia colchonera y una de las estrellas más precoces del mercado 18/19, si bien Diego Costa y Antoine Griezmann hayan protagonizado un partido gris. Y es en este contexto que se está insertando poco a poco Borja Garcés, delantero nacido en Melilla que con tan solo 19 años ha sido incorporado a la tropa del Cholo, un técnico que ama apostar por los jóvenes y que ha visto en él las cualidades necesarias para poder cuajar en su equipo. Crecido en la cantera rojiblanca, Garcés es el típico nueve de área que sabe también moverse con los tiempos justos. Su gol contra el Eibar salvó al Atleti de otra derrota hace unos días y a partir de ahora el Cholo cree aún más en él y seguramente lo tendrá en cuenta en las rotaciones para la temporada actual. Tener que jugar el campeonato nacional y la Champions League es un doble reto que necesita mucho aguante físico y mental. En la economía del equipo, entonces, Garcés encontrará su espacio poco a poco, ya que Simeone es conocido por premiar la actitud de sus jugadores en entrenamiento.
El que seguramente sea el jugador más destacado de Melilla es una de las joyas del sector juvenil rojiblanco y para muchos se parece al primer Fernando Torres, tanto por su desparpajo como por sus ganas de comerse el mundo. Aunque la competencia de Diego Costa y de Griezmann se antoje complicada, el joven delantero se ha mostrado confiado y sereno como para emprender una temporada importante en su carrera, para empezar la consagración a un nivel muy alto. La sensación es que Simeone confía mucho en él pero que no querrá quemarlo, por lo que lo pondrá cuando lo crea necesario. La nueva esperanza del Atlético promete ser concreta.
