La U.D. Melilla cayó goleada en la matinal de ayer domingo por 5-1 ante el Granada B en un partido para olvidar y que ya en el descanso perdía por tres goles de diferencia. El hasta ahora líder del Grupo IV de la Segunda B sufrió un vendaval al que únicamente Brian Martín respondió con el tanto de la honrilla en la segunda mitad. El Recreativo Granada parece empeñado en no dejar que su hermano mayor acapare todo el protagonismo en el seno de la entidad rojiblanca. Ante todo un Melilla, que llegaba a la disputa de este partido como líder en solitario, el filial fue netamente superior y acabó goleando a un conjunto complicado que nunca pudo ofrecer su mejor versión ante la efectividad en ataque de los nazaríes y su solidez defensiva.
Con esta victoria, los granadinos se aúpan a lo más alto de la clasificación y siembran de optimismo a la hinchada rojiblanca, más aún después de ver la bella factura de cada uno de los goles que se vieron durante el encuentro, que denotan una enorme calidad en los jugadores del filial, siendo el único lunar la absurda y evitable expulsión de Martín Hongla.
3-0 al descanso
Por su parte, el Melilla no tuvo su día. Su rival le obligó a no jugar cómodo y a pesar de gozar de ocasiones, la mayor contundencia ofensiva de los locales, unido a la poca resistencia en defensa de los norteafricanos, hicieron que el marcador al descanso fuera imposible de levantar.
No hubo un claro dominador en los primeros compases del choque. El filial granadino controlaba el balón, pero no disponía de ocasiones peligrosas. Los melillense dejaban hacer a su rival tratando de evitar un inicio complicado. Poco a poco, las llegadas se iban transformando en ocasiones algo más comprometidas para la zaga azulina. No obstante, a balón parado lo intentaba sin acierto el Melilla, dada la contundencia para sacar la bola de los locales. Menudo también lo intentó, pero se topó con el meta nazarí.
El filial se adelantó en el marcador en el 23′, tras un centro de Paco Torres perfilado desde el costado derecho para que Ontiveros marcase de precioso remate con la testa en el segundo palo.
Con el 1-0 en contra, los visitantes se encomendaron a la calidad de Yacine Qasmi, quien se imponía por arriba a su par tras un saque de esquina, respondiendo perfectamente Lejárraga con una mano salvadora sobre el travesaño. El Melilla lo intentaba, pero no percutía demasiado, oprimido por el buen hacer colectivo rojiblanco, que obligaba a tocar sin demasiada profundidad a los pupilos de Luis Miguel Carrión.
El filial llevaba más peligro en sus salidas y en un buen desmarque, Ontiveros chutó y Dani Barrio despejó sobre Nacho Buil, quien le pegó con todo para marcar el 2-0 en el 39′. Los nervios atenazaron cada vez más al Melilla y el filial lo aprovechó para desarbolar a la zaga con un descomunal Nacho Buil, que marcaría el tercero tras un gran recorte sobre Dani Barrio, en el 43′.
El descanso no alteró nada, ya que el Recreativo controlaba a la perfección a su rival y en una salida sobre Ontiveros, éste ganó le ganó la partida a su defensor con un quiebro, encarando la meta y batiendo por alto al arquero en el 52′. El propio ariete casi marca de nuevo y Hongla, en el rechace del corner botado posteriormente, lanzó el esférico arriba.
Con todo perdido, el unionista Óscar García recibió un centro que cabeceó a la escuadra y que salvó Lejárraga con una mano soberbia. Los visitantes apretaron y los cambios dieron algo de desparpajo en ataque. El recién incorporado Brian Martín soltó un latigazo desde la frontal que entró por la escuadra para acortar una distancia que a pesar de todo parecía ya insalvable en el 63′.
A pesar de gol, la zaga andaluza no sufría un excesivo acoso y controlaba las intentonas de su rival, que no tenía muy claro qué hacer, lo que propiciaba la salida a la contra de un cuadro nazarí que metió más mordiente arriba con la entrada de Juancho. Así, Hongla, en el balcón del área, caracoleó ante su rival y soltó un disparo ajustado al palo para hacer la ‘manita’ a once minutos del final. Sin embargo, en la siguiente jugada del ataque melillense, el central cometió una innecesaria falta sobre Yacine Qasmi y vio la segunda cartulina amarilla con la que fue expulsado. Ontiveros, en un mano a mano, perdonó el sexto tanto, pero no pudo irse de Dani Barrio, que atrapó la bola. Los azulinos apenas pudieron colgar algún centro más, aunque el resultado ya no se volvería a mover.
