El presidente del Gobierno de Melilla, Juan José Imbroda, apuntó ayer que Marruecos “es el único” que puede paliar el “efecto llamada” de los menores extranjeros no acompañados (MENA) llevándoselos de vuelta a su país, ya que es un problema de inmigración de familias que los utilizan como “cabeza de puente” y no un problema de protección al menor. A preguntas de los periodistas, Imbroda opinó que “Marruecos se está portando muy mal” ante este problema de los menores, ya que “un país serio, aliado y socio de España, Francia y Europa no puede permitir que sus menores se vayan en plan de mafia”.
Imbroda se refirió a los padres que “traen a sus menores empujándoles por la frontera, como si fueran una residencia de estudiantes”, con la idea de que “se hagan mayores, tengan documentación y reagrupen a su familia”, de manera que a estos menores, la mayoría de entre 15 y 17 años, “los van lanzando como cabeza de puente”.
Por ello, insistió en que se trata de un problema de inmigración que no tiene que ver con las leyes de protección del menor, razón por la que insistió en que Marruecos debe llevarse a estos menores, ya que la mayoría de ellos llegan con su documentación y la Ciudad Autónoma sabe dónde viven y quiénes son”.
Sin embargo, lamentó que el país vecino no hiciera caso a la petición que la Ciudad Autónoma le planteó en este sentido hace un tiempo, cuando le transmitió a través del Consulado de España en Nador una lista de 200 menores, con sus datos personales, que estaban acogidos por los servicios sociales de Melilla.
Imbroda dijo que este objetivo de que Marruecos se haga cargo de sus menores no se ha conseguido “ni con el Gobierno anterior ni con el actual”, de ahí que pidiera que se insista ante el país vecino y, si no es posible, que el Ejecutivo central traslade a los MENA que tiene tutelados la Ciudad Autónoma, porque es “inviable” hacerse cargo de mil en una ciudad de 13 kilómetros cuadrados.
Entre 200 y 250
Señaló que una cifra asimilable sería entre 200 y 250, de ahí que “600 o 700” deberían ser trasladados a la península, si bien recordó que ninguna autonomía ha mostrado interés en ello pese a la petición expresa de la Ciudad Autónoma, salvo La Rioja, que aceptó “tres o cuatro”, lo cual es “una simple anécdota”.
Sobre el Real Decreto que el Gobierno quiere impulsar, Imbroda puntualizó que “la cuestión no está en que dé más dinero” a las autonomías, aunque admitió que “también viene bien” porque la Ciudad Autónoma gasta en este ámbito unos 12 millones de euros, sino en que los MENA sean repartidos porque “hay comunidades que son muy grandes” y tienen “mucho espacio” para acogerlos.
Melilla, en cambio, tiene una superficie y recursos limitados, pero aún así, destacó el esfuerzo que realiza para mejorar la calidad de vida y el futuro de estos casi mil niños y adolescentes, 300 de los cuales están escolarizados por estar en edad de educación obligatoria, mientras el resto están en cursos de formación para aprender oficios, de ahí que haya insistido en que “la solidaridad está más que demostrada”.
También señaló Imbroda la posibilidad de que las ONG y empresas que trabajan con menores puedan hacerse cargo de estos MENA, “no de compartir su tutoría, sino una especie de desplazamiento a determinados lugares”, lo cual es una opción sobre la que la Ciudad Autónoma está esperando la respuesta del Gobierno.
La frontera
En cualquier caso, también puso el acento en la mayor permeabilidad de la frontera con Marruecos, donde se están registrando más entradas irregulares de menores, razón por la que insistió en su petición para que el Gobierno incremente la dotación en 200 policías nacionales y 200 guardias civiles, lo que “también paliaría bastante” la problemática de la frontera.
