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Carta del Editor

Lo que está en juego hoy es la nación española

El libro más vendido, y uno de los más recomendables, de entre los que tratan sobre nuestra Guerra es el de Pío Mora "Los mitos de la Guerra Civil", publicado en 2003. Una segunda acepción de la palabra mito, como indica Pío Mora, es la de simple fraude urdido ex profeso para motivar adhesión política, y a analizar alguno de esos mitos sobre nuestra Guerra Civil dedica el libro el autor, que ya en la Nota inicial resume: "La legalidad republicana, nadie lo discute, rodó por tierra el 19 de julio de 1936, sustituida por una revolución anárquica, y luego, en septiembre, por un gobierno básicamente revolucionario…formado por revolucionarios marxistas y republicanos de izquierda… que en septiembre pasaron a un tercer plano, y los marxistas al poder". El libro más vendido, y uno de los más recomendables, de entre los que tratan sobre nuestra Guerra es el de Pío Mora "Los mitos de la Guerra Civil", publicado en 2003. Una segunda acepción de la palabra mito, como indica Pío Mora, es la de simple fraude urdido ex profeso para motivar adhesión política, y a analizar alguno de esos mitos sobre nuestra Guerra Civil dedica el libro el autor, que ya en la Nota inicial resume: "La legalidad republicana, nadie lo discute, rodó por tierra el 19 de julio de 1936, sustituida por una revolución anárquica, y luego, en septiembre, por un gobierno básicamente revolucionario…formado por revolucionarios marxistas y republicanos de izquierda… que en septiembre pasaron a un tercer plano, y los marxistas al poder". Hay que destacar también lo que escribe Moa al final de su libro: "La victoria de Franco en la guerra civil salvó a España de una traumática experiencia revolucionaria… y me parecen infundadas la mayoría de las críticas a él que hoy circulan como verdades inconcusas" (que no admiten dudas ni contradicciones). Al contrario, admiten dudas y mucho más. Lo que es una verdad inconcusa es que resulta despreciable el intento actual del Gobierno y sus soportes totalitarios y racistas de descargar en quien está muerto desde hace más de cuarenta años los males de la España actual que ellos provocan o no saben/quieren solucionar (y que me sigan insultando ahora los miserables cobardes que se esconden en el anonimato para calumniar en las "redes sociales", que muchas veces parecen bastante asociales).

Hay, ahora, políticos de extrema izquierda que "siguen proyectando la Guerra Civil hacia atrás" (desenterrando a Franco, por ejemplo), como decían Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa en su libro "1936, Fraude y violencia en las elecciones del Frente Popular". Que el Frente Popular hizo trampas en las elecciones de febrero de 1936 y que después esas trampas se agudizaron en el recuento de votos, especialmente en los de Granada y Cuenca, es ya un hecho demostrado, como que la victoria electoral conseguida de esa fraudulenta forma "convirtió a los republicanos en meros administradores de las demandas radicales, cuando no antidemocráticas, de sus aliados obreros.. para no romper el pacto que les otorgaba el poder". ¿Recuerda esto algo a lo que ahora está volviendo a pasar? Sí, se parece muchísimo y es extremadamente peligroso para España, para la inmensa mayoría de los españoles, empezando por los españoles catalanes.

Por eso es importante resaltar que Rocío Monasterio, número 3 de Vox, estuvo el jueves en el programa matinal de Federico Jiménez Losantos. Algunas de las cosas que dijo: " Que nos insulte El País (el diario que más daño ha hecho y sigue haciendo a España durante los últimos años) es un orgullo para nosotros. No se atreven (los socialistas en el Gobierno y sus socios marxistas) a hablar de la natalidad (Rocío tiene cuatro hijos, la baja natalidad es uno de los más graves problemas que hoy tiene España). A Pablo Casado y a Albert Rivera les tildan desde el gobierno socialista totalitario de ser la extrema derecha franquista (como a Vox). Aplaudo a Inés Arrimadas con la bandera española en el Parlamento catalán. Lo que está en juego hoy es la nación española, que es una, no diecisiete naciones El próximo domingo, acto en Vista Alegre de Vox, aforo completo. El PSOE es enemigo de España (desde su fundación). La defensa del idioma español es esencial. La derechita cobarde (es lo que, por desgracia, ha primado hasta ahora, y a partir de ahora ya veremos). La batalla cultural contra los totalitarios es vital. Que la calle ruja es necesario. Vox no se va a equivocar de enemigo (izquierda totalitaria y separatistas golpistas). Nos une (con el PP y Ciudadanos) la defensa de la nación española. El totalitarismo del feminismo actual (hombres culpables mientras no logren demostrar lo contrario, la ridiculez totalitaria de intentar obligar a los empresarios a que la mitad de sus consejos y directivos sean mujeres). Posibles pactos de Vox con otros partidos en las municipales (con PP y Ciudadanos). Para Europa y España es necesario el control de las fronteras (y para Melilla imprescindible). También es necesario un mayor peso de los elementos nacionales en los partidos europeos. Las denuncias de Vox (en Cataluña, contra los golpistas) que otros no han hecho. Condena del marxismo, en vez de coquetear con él, en Europa. No nos vamos a sentar (a diferencia de lo que hace el gobierno de Sánchez) con los del lazo amarillo En algunos sitios de España, no solo en Cataluña, hay que aplicar el artículo 155. Sin ley no hay democracia. Con los totalitarios, de diálogo nada. Cuando no defiendes la libertad la pierdes, como sucedió en Cuba (¡Oh libertad, gran tesoro, porque no hay buena prisión, aunque fuese en grillos de oro!, escribió el Fénix de los ingenios, Lope Félix de Vega). Conectar con el aire de la calle (resalta Federico): Ahora Vox está conectando con la calle (contesta Rocío Monasterio, y eso también está ocurriendo en Melilla). Aguantar la travesía del desierto (lo que Vox ha hecho, con el boicot de casi todos los medios, hasta ahora)".
¿Hay algo de "extrema derecha franquista", como dicen los totalitarios marxistas y separatistas, en lo que defiende Rocío Monasterio? Me parece que no, creo que, en estos tiempos convulsos y en esta España amenazada y mal defendida, lo que declara la número 3 de Vox es más que sensato, razonable e incluso necesario.
¿Hay alguna posibilidad de que se solucionen los problemas fronterizos melillenses que un día sí y el siguiente también, con enorme insistencia, denuncian los numerosos miembros de la Plataforma de Empresarios en las redes sociales y en los medios de comunicación que les atienden? "Vamos a tener que empezar a pensarnos bien qué medidas adoptar para hacer presión a nuestras autoridades", es uno de los últimos mensajes, que se ha repetido ya, en los últimos meses, casi hasta el infinito, con el resultado, hasta ahora, de una pacífica manifestación por el centro de Melilla -hace meses- y una total falta de resultados positivos para esos empresarios, que, como la medalla del amor pero a la inversa, hoy están peor que ayer pero menos mal que mañana. La Plataforma, en general, acogió con claros síntomas de alivio el cambio en el Gobierno nacional, la llegada a Melilla de una nueva Delegada del Gobierno, socialista claro (los socialistas, a diferencia de los del PP, de esa "derechita cobarde" que definía en Vox Rocío Monasterio, no dejan títere con cabeza en ningún alto puesto de la Administración que no sea socialista o pro socialista declarado). Desde la llegada de la Delegada socialista la incomunicación con los dirigentes locales "populares" es clamorosa y la ventaja para las enfrentadas "autoridades" de uno y otro partido es que pueden rehuir cualquier responsabilidad en el desastre fronterizo echándole las culpas el uno al otro. El resultado, así, es y seguirá siendo inevitablemente malo, por muchos twits que se envíen y muchas advertencias o amenazas que desde la Plataforma se pronuncien.

Muchos empresarios, aquí y en todo el resto de España, tienen a gala decir que ellos son "apolíticos", algo imposible, se quiera o no, porque vivimos en la "polis", en la ciudad. Mientras los empresarios, sin dejar de serlo -porque para el país y para nuestra ciudad son imprescindibles- no adopten claras posturas personales "políticas" no se solucionará ni el problema del comercio fronterizo ni, lo que es mucho más importante, el de la economía local, hoy casi toda pública, más de tipo comunista que liberal-democrática. Lo que está en juego hoy es, efectivamente, la nación española, pero también, y como parte de ella, la supervivencia de Melilla.

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Enrique Bohórquez López-Dóriga

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