Hace ya dos semanas que oficialmente llegó el otoño, pero en Melilla aún no ha aparecido. Por eso, muchos son los melillenses que aprovechan el fin de semana de buen tiempo para ir a la playa, aunque ya no haya sombrillas ni socorristas. Eso sí, los pocos valientes que se atrevieron a meterse en el agua apuntaron que estaba muy fría.