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Carta del Editor

ESPAÑA VIVE

Viernes 12 de noviembre, Día de la Hispanidad, una de las mayores gestas de la Historia, Fiesta Nacional, Día del Pilar, patrona de la Guardia Civil. Un gran desfile en Madrid -a pesar de que ha querido ser gubernamentalmente minimizado-, una España llena de banderas, de nuevo. Una España que se desangra con un Gobierno podemita-comunista, con un presidente que se coloca al lado de los Reyes para que les rindan pleitesía los invitados y que, junto con su mujer, deben se protocolariamente apartados (todavía no ha llegado su ansiada república), un presidente doctor infame que quisiera ser podemita y que firma un incumplible y lamentable acuerdo presupuestario pocas horas antes de recibir el abucheo del pueblo madrileño y de simular un sentimiento patriótico que sus compañeros separatistas y golpistas, que le mantienen en la presidencia, desprecian. A pesar de todo, reaparece la gran España que honra su historia y su bandera, el signo que nos une y representa. Viernes 12 de noviembre, Día de la Hispanidad, una de las mayores gestas de la Historia, Fiesta Nacional, Día del Pilar, patrona de la Guardia Civil. Un gran desfile en Madrid -a pesar de que ha querido ser gubernamentalmente minimizado-, una España llena de banderas, de nuevo. Una España que se desangra con un Gobierno podemita-comunista, con un presidente que se coloca al lado de los Reyes para que les rindan pleitesía los invitados y que, junto con su mujer, deben se protocolariamente apartados (todavía no ha llegado su ansiada república), un presidente doctor infame que quisiera ser podemita y que firma un incumplible y lamentable acuerdo presupuestario pocas horas antes de recibir el abucheo del pueblo madrileño y de simular un sentimiento patriótico que sus compañeros separatistas y golpistas, que le mantienen en la presidencia, desprecian. A pesar de todo, reaparece la gran España que honra su historia y su bandera, el signo que nos une y representa.

Mis amigos, y tengo, afortunadamente, muchos, me envían con frecuencia artículos u opiniones para que los lea y, si me parece conveniente, los comente. En casi todos ellos observo un nuevo denominador común: España preocupa, España vuelve a estar presente. Si, por defender a España te llaman "facha", ya casi todo el mundo se declara "yo también soy facha" y a mucha honra. Algo, mucho, ha cambiado.

Uno de estos amigos me hace llegar un artículo con el título "Casado, el presidente del PP, vuelve a tirar los tejos a Vox porque comparten valores esenciales". Y añade: "en referencia al líder de Vox, Santiago Abascal, Casado ha recordado que formó parte del PP vasco heroico que derrotó a ETA" y ha añadido que lo que pretende es empezar a llegar a acuerdos con partidos como Ciudadanos, Vox o lo que queda de UPyD, en los que trabajan personas que defienden "valores esenciales como la unidad de España, la Constitución y nuestro marco de convivencia".

Otro amigo me envía un largo wasap, que transcribo literalmente: "Aunque todavía no lo sepas, TÚ ERES DE VOX. Lo eres porque crees que un único país no puede tener 17 Parlamentos. Porque consideras que tu voto tiene que valer lo mismo que el de cualquier otro español, sea de donde sea. Porque crees que todos los españoles debemos tener una misma sanidad y no puedes permitir que, el nacer en una Comunidad Autónoma u otra, implique mejores o peores tratamientos para ti y tu familia. Porque no ves justo que en la Comunidades Autónomas con lengua oficial propia puedan vetarte a la hora de acceder a un cargo público u opositar. Porque crees que la educación debe ser la misma en todo el país y crees que el español debe ser siempre la lengua vehicular en la educación. Eres de Vox porque estás cansado de que la corrección política y el buenismo imperante te impidan expresarte libremente para no ser sometido al linchamiento público. Porque crees en la propiedad privada, quieres proteger el fruto de tu trabajo y tener el derecho de defenderlo. Porque crees que asaltar nuestras fronteras con violencia contra nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad es un acto de guerra que debe perseguirse y castigarse como tal. Por todo eso y por mucho más, TÚ ERES DE VOX".

A Vox la califican casi todos los medios de comunicación de "ultraderechistas". Todo lo nuevo es descalificado, sin profundizar en lo que realmente es. A los que han sido hasta ahora los dos grandes partidos dominantes, PP y PSOE, les molestaban los nuevos partidos, pero el cambio es imparable y la vida de los partidos, como la de las personas, es finita. Pablo Casado, el nuevo líder del PP, se da cuenta de que existen Ciudadanos y Vox e intenta buscar puntos de encuentro. El PSOE, con Pedro Sánchez, es una sucursal del comunista venezolano Iglesias y de los enemigos de España; ya la P es una mentira, porque son varios partidos en vez de uno solo, la S también, porque son comunistas, la O otra mentira, porque ya no hay obreros y la E la mayor de las mentiras, porque no son españoles, sino catalanes separatistas en Cataluña, vascos etarristas en el País Vasco, valencianos catalanistas en Valencia, mareas en Galicia, etc., etc. Ni el PP puede seguir siendo lo que es, porque ya no es lo que era, ni el PSOE, si sigue así, podrá evitar, como ocurrió en Francia, su desaparición. Y Melilla no es, no va a ser, ninguna excepción a la presente regla.

Tampoco es una excepción que la inmensa mayoría de las personas que vienen a Melilla por primera vez se queden sorprendidas y encantadas con la ciudad. El viernes varios de los visitantes, algunos conocidos míos, estuvieron en los actos que organizó muy bien la Comandancia General en el teatro Kursaal bajo el epígrafe "12 de octubre, Fiesta Nacional de España". Hubo una conferencia de un ponente tan conocido e ingenioso como Alfonso Ussía, un gran defensor del servicio militar como promotor de valores y de unión entre los españoles de los distintos pueblos. Alfonso tiene una gracia natural y cultivada y una memoria poética prodigiosa. Terminó su conferencia recitando el impresionante brindis de los Tercios de Flandes: "¡Por España!/ y el que quiera defenderla/honrado muera/Y el traidor que la abandone/no tenga quien le perdone,/ni en Tierra Santa cobijo/ni una cruz en sus despojos/ni las manos de un buen hijo/ para cerrarle los ojos/. El apoteósico final del acto fue un concierto de una orquesta extraordinaria, la Unidad de Música de la COMGEMEL y un Viva España clamoroso. España, el viernes se pudo comprobar de nuevo en Melilla, VIVE y nuestro Ejército, tan denostado por muchos, es uno de sus bastiones (por eso los comunistas podemitas y los golpistas separatistas quisieran terminar con él).

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Enrique Bohórquez López-Dóriga

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