La nueva caseta de vigilancia permanente instalada hace poco más de un mes en el espaldón del puerto de Melilla para el control de la Policía Portuaria y la Guardia Civil ha puesto fin a las intrusiones de inmigrantes que se estaban dando en la zona restringida de seguridad por ese punto.
A preguntas de los periodistas, el presidente de la Autoridad Portuaria de Melilla, Miguel Marín, explicó que gracias a esta actuación y a la instalación de nuevas vallas y concertinas, se han cumplido las previsiones de este organismo respecto a la erradicación de las intrusiones en el espaldón del puerto, por donde se producían el 90 % del total.
Marín aseguró que las intrusiones que se registraban por el paseo del espaldón “han desaparecido por completo” y ello ha provocado que la presión de los inmigrantes que tratan de colarse en los barcos para llegar a Europa como polizones se haya desplazado a otro punto del puerto, en el que ya se está actuando.
La Autoridad Portuaria de Melilla ha invertido más de un millón de euros en la instalación de más de tres kilómetros de vallas y 29 nuevas cámaras de seguridad para resolver el problema de inmigración irregular que sufre el puerto por parte de menores y adultos que acceden de manera irregular a la zona restringida.
El año pasado se registraron más de 19.200 intrusiones de inmigrantes a la zona de seguridad del puerto, a las que se sumaron otras 3.122 en enero de este año, justo antes de iniciar estas obras para el refuerzo de la seguridad.
Recuperar el paseo
Estas actuaciones también han permitido “devolver a los ciudadanos” el paseo del espaldón, que hace un mes fue reabierto para el disfrute de los melillenses después de años cerrado debido a la presencia de inmigrantes irregulares que trataban de entrar de manera clandestina al puerto por esa zona.
Según indicó Marín, son muchos los melillenses que en el último mes han acudido al espaldón para pasear, hacer deporte o descansar disfrutando de un “espacio privilegiado, precioso y con unas vistas espectaculares”.
