El Gobierno de España entregó ayer a Marruecos a 55 de los 209 inmigrantes de origen subsahariano que el pasado domingo lograron saltar la valla fronteriza de Melilla en aplicación del Acuerdo de Readmisión firmado entre ambos países en 1992. La Delegación del Gobierno en Melilla informó en un comunicado de que estos inmigrantes fueron trasladados a Marruecos por la mañana, apenas 24 horas después de que accedieran de manera irregular a territorio nacional, en uno de los saltos a la valla más numerosos de este año. En este salto a la valla, protagonizado por unos 300 inmigrantes por la zona de Rostrogordo a las 9.00 horas, accedieron finalmente a Melilla 209 subsaharianos, incluido el que falleció poco después de este intento de entrada.
De los 209 inmigrantes, solo fueron entregados a Marruecos 55 en aplicación del Acuerdo de Readmisión, mientras que los otros 153 permanecen en la ciudad por diferentes motivos, el principal por haber solicitado asilo, derecho al que se han acogido un total de 140.
Además, hay tres subsaharianos que, tras llevar a cabo la filiación, han sido confirmados como menores de edad y, por lo tanto, no se les aplica el acuerdo hispano-marroquí. Tampoco se ha hecho con diez de los 19 inmigrantes que resultaron heridos en el salto de hace dos días, de los cuales cinco siguen hospitalizados y cinco tienen lesiones que no requieren un ingreso hospitalario, pero sí reposo.
Según precisaron fuentes policiales, los 55 inmigrantes a los que se ha aplicado el acuerdo bilateral fueron trasladados en varias furgonetas hasta el buque oceánico Río Miño de la Guardia Civil, que los llevó por mar hasta el puerto de Beni-Enzar.
Tercera vez en 4 meses
Con la de ayer, es la tercera vez en cuatro meses que el Gobierno aplica el Acuerdo de Readmisión, dos de ellas en los tres últimos días. Sin embargo, la ocasión más polémica en que se aplicó fue en la otra ciudad autónoma, Ceuta, hace justo dos meses, tras un violento salto a la valla. El acuerdo de readmisión activó la puerta de retorno a Marruecos a 116 inmigrantes.
En Melilla, las tres veces que lo ha aplicado el Gobierno socialista suman 87 subsaharianos expulsados a Marruecos, de los cuales 8 y 24 llegaron en patera a Chafarinas y 55 en el salto a la valla de anteayer. Y aunque no es la primera vez que esto sucede, porque el Gobierno del PP también lo aplicó en algunas ocasiones, lo que ha sorprendido esta vez es que se haya recurrido a este acuerdo de readmisión para expulsar a inmigrantes que han entrado a territorio nacional saltando la valla. No ocurría esto en Melilla desde la primera crisis de las vallas de 2005, también con un Ejecutivo del PSOE, coincidiendo con una visita de su vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega.
Desde entonces, el acuerdo permaneció guardado en un cajón hasta que en septiembre de 2012, ya con el Gobierno del PP, se recurrió a él para expulsar a los inmigrantes que pisaron suelo español llegando a la Isla de Tierra. Se quería así evitar que las islas y peñones de soberanía española, algunas situadas muy cerca de la costa marroquí, se convirtieran en una vía de entrada irregular a España.
Por eso, este acuerdo se ha aplicado casi siempre a los inmigrantes que han desembarcado en Chafarinas, salvo a las mujeres y los menores, y el Gobierno de Sánchez siguió esa misma práctica del PP en sus primeros días con la patera que llegó al archipiélago español el 17 de junio, algo que generó no pocas críticas porque fue apenas unos días después de que se ofreciera a acoger al barco Aquarius en el puerto de Valencia.
El anterior Gobierno también recurrió al acuerdo hispano-marroquí para poner fin a las entradas de inmigrantes a bordo de coches kamikaze por los pasos fronterizos de Melilla. Por la aplicación de este tratado a 21 subsaharianos en 2013 fueron denunciados el exdelegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, y el comandante de la Guardia Civil, Arturo Ortega, que en aquellos momentos estaba de jefe accidental del Cuerpo en Melilla. Casi dos años después, la Justicia les dio la razón y archivó la denuncia de Coalición por Melilla (CPM) y la asociación PRODEIN, en la que también se habían personado la Asociación Pro Derechos Humanos de Melilla (APDH), Equo y Guelaya.
