El presidente Imbroda anunció ayer que el Gobierno central ha respondido finalmente a la pregunta parlamentaria que le presentó el Grupo Popular en el Congreso el 17 de agosto. La réplica llega "dos meses y medio después", fechada el 29 de octubre, lo que denota "que se lo han pensado", comentó.
El Gobierno indica que desde que tuvo conocimiento de la noticia "está en contacto con Marruecos para conocer los extremos y el alcance de esta medida y tratar de encontrar una solución satisfactoria".
Añade que el ministro de Asuntos Exteriores "ha tratado el tema directamente con su homólogo marroquí". Confirma que las autoridades aduaneras de los dos países se reunieron el 13 de septiembre en Rabat y que en el curso de la reunión que se desarrolló "en un clima cordial, se acordó establecer un grupo de trabajo para analizar de manera global y duradera la cuestión, en el interés de ambas partes, y se confía que en el marco de las excelentes relaciones que se mantienen, se acuerde la mejor manera de abordar esta cuestión en beneficio de la Ciudad Autónoma y del resto de España".
El Ejecutivo afirma tener como "objetivo el desarrollo y la prosperidad de Ceuta y Melilla y es consciente de la importancia del comercio en el progreso económico y social de ambas ciudades por lo que no escatimará esfuerzos para favorecer su desarrollo".
Palabrería
Para Imbroda esta respuesta es "puro chau, chau, esto es bla, bla, bla" que demuestra que en cuanto a una solución a esta cuestión del cierre aduanero "no hay nada de nada", por lo que anuncia que se va a pedir la comparecencia del ministro de Exteriores para que aclare todos los extremos en un "cara a cara".
