A principios de agosto de 2012, un joven de apenas 18 años entró en un restaurante chino de la ciudad con el objetivo de robar. El propietario llamó a la Policía y el joven fue detenido. El Ministerio Fiscal pedía para él 9 meses, que finalmente quedaron en sólo 6 meses de prisión. El 8 de agosto de 2012, de madrugada, un joven -que por aquél entonces contaba con tan sólo 18 años de edad- entró de forma clandestina en un conocido restaurante chino de la ciudad con el objetivo de robar el dinero de la caja registradora.
El joven acusado procedió a forzar la citada máquina y, como consecuencia, hizo una serie de ruidos que alertaron al propietario, quien llamó a la Policía.
El joven fue encontrado en el interior del establecimiento, escondido bajo una mesa.
El acusado -quien no compareció en la vista, que se celebró en su ausencia- pese a su juventud ya contaba en aquellos momentos con dos antecedentes penales por delitos cometido también en 2012.
El Ministerio Público interesaba para el acusado, inicialmente, una pena de 9 meses de prisión por un delito de robo con fuerza en grado de tentativa, si bien redujo sus pretensiones a sólo 6 meses para lograr la adhesión de la defensa a lo expuesto por la Fiscalía. La suspensión de la condena se resolverá en sentencia.
