La Asociación de Vecinos del Real se concentrará el lunes 12 de noviembre a las 20:30 horas frente al Colegio del Real en contra de la prostitución callejera. Los melillenses y especialmente los vecinos se quejan de este problema que lleva “toda la vida” en el barrio. Aunque no piden que se elimine porque comprenden las circunstancias pero exigen que se haga un traslado para que no esté en una zona residencial. El consejero de Economía, Daniel Conesa, sobre este asunto indicó que desde la Ciudad contribuirán para erradicar con esta actividad ya que produce “molestias” al vecindario. El vicepresidente de la Asociación de Vecinos del Real, Jesús Motos, explicó a este Diario que la concentración será “tranquila y pacifica” pero quieren que se vea que los melillenses respaldan este problema.
Su principal reivindicación es que se intente trasladar la prostitución de las calles del barrio del Real.
“No entramos en temas de que se elimine pero proponemos que se haga un traslado para que no esté en una zona residencial”, dijo.
Sobre las multas, Motos respondió que “hay legislaciones aplicables tanto a las personas que ejercen como a las que consumen, lo hemos pedido y se puede hacer pero no tenemos conocimiento de que se haga demasiado”.
Respecto al tiempo que llevan con este problema, resaltó que “lo ha habido toda la vida, se ha protestado de distintas maneras e incluso se hizo un traslado de la calle Mar Chica a otros sitios pero años llevamos muchos, antes de que se creara el grupo”.
En cuanto al horario, aseguró que “se ve casi todo el día porque hay dos tipos, de día y de noche, la de día centralizada en el parque infantil y la de noche en Jiménez Iglesias pero uno de los cambios es que hay un reparto en las calles porque están en Cataluña, Legión, frente al Mercado, etc”.
En esta línea, el vicepresidente aclaró que los vecinos ya no llaman a la Policía “porque saben que no tienen ningún efecto, la presencia policial va y viene pero no es constante”.
“Esta concentración es nuestra última esperanza, hemos hecho todo lo posible, hablar, mandar escritos al Defensor del Pueblo, y los vecinos tienen mucha paciencia, es el último cartucho y si esto no funciona es para dejar el tema”, subrayó Motos.
Sobre este asunto, el consejero de Economía, Daniel Conesa, resaltó que desde la Ciudad comparten “esta preocupación” y una de las actuaciones que harán será erradicar “en la manera de lo posible” esa actividad ya no solo por “la estética” del barrio sino porque produce “molestias” a los vecinos.
Además, apuntó que es una cuestión que tiene que ver con el orden público donde tiene que actuar la Delegación del Gobierno. “Desde nuestra actuación la Policía Local colaborará y contribuiremos para erradicar esa actividad”.
