Cómo es posible tanto vandalismo al lado de la Policía Local sea o no de tráfico. Inexplicable, pero es verdad. Más inexplicable aún es que por mentalidad ida, se quitaran las verjas. Sabíamos lo que iba a pasar, pero como estamos en un Estado de Derecho Democrático y no Podemos presentar, ni encierros, verjas o "mandolinas" quitamos la verja y… ¡Hacer puñetas el parque! Que además era un bonito parque y bien cuidado, ahora es Palmira después del ataque yihadista, y es que los "yihadistas" del botellón están tocados por la mano del "derecho" democrático de destrozar, destrozando a su vez el derecho a disfrutar de la ciudadanía de bien, viendo, aspirando y tocando la naturaleza vegetal, niños sobre todo guiados por la mamá.
Lo curioso es que, las taras mentales de aquéllos que deben de proteger y diseñar la defensa de lo nuestro, ciudadanos de bien, hacen que la experiencia y la razón de ser y proteger de cualquier perjuicio de ¡nuestra sociedad¡ ciudadana, sea abandonada en aras de una demagogia estúpida e imbécil, por entender que " todo el mundo es bueno" y respetuoso con lo de los demás.
Luego viene la "chorrada" de la oposición a que no se amplíe o pongan más 'concertinas" en el puerto y más tarde vienen los "redentores de la patria" con la intención de quitar las de la valla periférica, pase lo que pase, y nos cuentan la patraña de aumentar la fuerzas del orden o seguridad, cuando antes los "marlaska" han decidido que estás fuerzas estén al descubierto y puedan ser fotografiadas, etc. etc. ¿o no? Y sin pasarse (no se sabe cómo) ante el tumulto agresivo o contraviniente de la ley y orden. Mayor descerebramiento ante una sociedad libertina y menos democrática de Derecho no hay, haciendo que el derecho jurídico se convierta en penal y dado que la administración de la Justicia anda retrasada, pues aquí no pasa nada. Con lo cual, los países allende las fronteras, abren la espita de sus bodegas y nos embriaga con sus amargados sobrantes por unas depauperadas fronteras Schengen, mientras el núcleo de los Bilderberg reparte humanismo y liberalidad desde Bruselas y Suiza, sin exigir sus "tentáculos" a esos gobiernos de allende mayor responsabilidad con sus pueblos, pero si negocian diamantes, esmeraldas y coltán, por ejemplo. Y sigue terminando Europa en los Pirineos.
