Un centenar de vecinos del Barrio del Real de Melilla participaron anoche en una concentración para protestar contra la prostitución que se da desde hace años en algunas de sus calles, después de haber planteado diferentes iniciativas a las administraciones públicas sin que estas hayan solucionado el problema. Esta protesta, organizada por la Asociación de Vecinos del Real, tenía como objetivo “demostrar el cabreo que tiene el barrio con la prostitución”, según explicó el vicepresidente de la entidad, Jesús Motos, que subrayó el esfuerzo realizado para “intentar concienciar a los políticos sobre el problema”.
Motos mostró la sorpresa de la asociación por la respuesta de los vecinos ante esta concentración “real”, que sucede a otra virtual que ha sido “un éxito” porque “prácticamente toda Melilla ha tenido en su móvil la convocatoria y los motivos” de esta movilización.
Lamentó que salir a la calle era la única opción posible que quedaba después de que a la asociación se le hayan “acabado las ideas y posibilidades” para solucionar el problema, que fueron planteadas tanto al anterior Gobierno como al actual, e incluso al Defensor del Pueblo.
“No sabemos qué más hacer y pensamos que si después de esto no se toma en serio el problema, igual tienen que venir otros a intentar arreglarlo”, apuntó Motos tras señalar la sensación de inseguridad que sufre el barrio por el problema de la prostitución, al ser una actividad que conlleva “personas que beben, se drogan y hacen sus necesidades en la calle”.
“Todo eso en un barrio residencial en el que todavía quedan casas mata que tienen la puerta de su salón a 10 centímetros de la calle”, insistió Motos para subrayar la gravedad del problema, que incluso ha llevado a algunos de los vecinos a mudarse de sus casas a pisos o incluso a otros barrios por las molestias que acarrea la prostitución.
Se trata, dijo, de una actividad con altibajos, que solo se ha abordado con “pequeñas acciones policiales de vez en cuando” que “como se ha demostrado a lo largo del tiempo, no son totalmente efectivas”, ya que antes estaba concentrada en dos puntos y ahora se ha repartido por más calles.
Cámaras
En cuanto a la propuesta del sindicato Comisiones Obreras de instalar cámaras de seguridad para abordar este problema, Motos mostró las reticencias de la asociación debido a “la cantidad de leyes y reglamentos que existen para limitar esta actividad”.
No obstante, recordó que hay una gran cantidad de reglamentos que se pueden utilizar como herramientas, como el Reglamento de Extranjería, el de Convivencia o la Ley de Seguridad Ciudadana, si bien admitió que quienes deben plantear las soluciones son los técnicos de seguridad, que en Melilla “los hay, y muchos”.
El diputado de CPM Rachid Bussian acudió a la concentración para hablar de este problema con la asociación.
