Un hombre fue juzgado ayer por presuntamente agredir hasta en dos ocasiones a su mujer y a su hijo, al que provocó una herida en la cabeza tras lanzarle un mando de televisión. La primera persona en dar la voz de alarma, la tutora del colegio del menor agredido, declaró que tanto la madre como el niño le relataron episodios de maltrato familiar. El acusado negó radicalmente los hechos, presuntamente acaecidos en 2015, mientras que la mujer se acogió a su derecho a no declarar. El Ministerio Fiscal interesó para el acusado un total de tres años de prisión, más 6 años de alejamiento de su mujer y otros 3 de su hijo. El 15 de enero de 2015 se produjo una discusión entre un hombre, el acusado, y su mujer. Según el relato del Ministerio Público, el hombre insultó a su mujer, le propinó varios golpes en los brazos y le lanzó objetos. Uno de los dos hijos que el matrimonio tiene en común, con ánimo de proteger a su madre de la agresión, se interpuso entre ambos, recibiendo un fuerte impacto en la cabeza con un mando de televisión que su padre había arrojado. El mando causó al niño una herida por la que tuvo que recibir atención médica. Según la Fiscalía, estos hechos se repitieron de forma casi idéntica el día 23 de enero, cuando el acusado volvió a agredir a su mujer. De entre las amenazas que el hombre presuntamente realizaba contra la denunciante, destaca por su violencia: “te voy a cortar en chuletitas”.
Durante la vista, el acusado negó radicalmente todos los hechos delictivos que se le imputaban y la denunciante se acogió a su derecho a no declarar. La tutora del colegio al que van los hijos de la pareja fue la primera persona en enterarse de la agresión y, según declaro en el juzgado, el día de la agresión al menor la madre apareció en el colegio por la mañana para contarle que el niño tenía una herida en la cabeza porque el padre le había tirado un mando de televisión. A lo largo del día la maestra pudo confirmar la historia de la madre por boca del propio niño y decidió poner en marcha el protocolo indicado para casos de violencia contra menores. Sobre las 14h, a la recogida de los niños del colegio, la denunciante entró en el aula, se puso a llorar y le contó, muy nerviosa, “que su marido la forzaba, la amenazaba, y la agredía”. La testigo también declaró que, días después, el hermano menor le contó que había presenciado agresiones sexuales hacia su madre en el seno familiar. “La madre pedía ayuda y tenía mucho miedo, no quería volver a ese entorno, ya que vivía con la familia de su marido”, declaró la tutora, quien afirmó, a preguntas de la defensa, que esta situación le resultó “sorprendente” y que nunca antes había presenciado indicio alguno de violencia, ni en los menores ni en la mujer.
La educadora social que se encargó del seguimiento de este caso realizó un informe de la situación de violencia a la que había estado sometido el menor. Según esta profesional, había una evidente situación de riesgo y el niño, que era “introvertido y diferente”, experimentó una gran mejoría desde que salió de su casa.
El Ministerio Fiscal pidió para el acusado una pena total de tres años de prisión, más 6 años de alejamiento de su mujer y 3 de su hijo: Un año de prisión y tres de alejamiento por el delito de amenazas, otro año de prisión y tres de alejamiento por el delito de lesiones en el ámbito de la violencia de género (a la mujer), y un año de prisión y tres de alejamiento (de su hijo) por un delito de lesiones en el ámbito de la violencia doméstica.
El acusado utilizó su derecho a la última palabra para hacer referencia a las supuestas agresiones sexuales cometidas en presencia de los hijos: “yo nunca haría cosas delante de los niños”.
