La Asociación de Amas de Casa de Melilla, una entidad fundada en 1972, inauguró ayer su nueva sede en la calle Chacel, en pleno centro y en un sencillo acto que incluyó la bendición del local por el vicario episcopal y un brindis del presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, con sus mejores deseos.
La presidenta de la entidad, Cristina Loriente, agradeció el apoyo de la Ciudad Autónoma para que este proyecto saliera adelante. Indicó que tomó las riendas de la asociación hace dos años y que la labor no ha resultado tan difícil como esperaba gracias sobre todo al equipo de la directiva y el apoyo de la Ciudad.
Amas de Casa, con 260 asociados, además de organizar cursos de cocina y de informática, se dedica también a labores de promoción y defensa de los derechos de los consumidores, y no olvida su faceta solidaria colaborando con ongs o directamente atendiendo a familias sin recursos. También organiza un viaje anual con los socios. Anunció que del 10 al 21 de noviembre se celebrará un curso de cocina navideña en Solera Flamenca.
Reconoce Lorente que en las últimas décadas ha cambiado el concepto de ama de casa, porque el hombre entra cada vez más en corresponsabilizarse en las labores del hogar y la crianza de los hijos, -de hecho la entidad cuenta con dos hombres asociados- pero indica que "las mujeres siempre seremos amas de casa, porque somos el timón de la familia".
Por su parte la consejera de Presidencia y Salud Pública, Paz Velázquez, felicitó a la asociación por esta nueva sede y por el magnífico trabajo que desarrollan, y anunció que en 2019 se aumentará en dos mil euros la subvención que por primera vez se concedió este año a Amas de Casa, para contribuir a los gastos de alquiler y sus actividades. En concreto, recibirá 1una ayuda de 2.000 euros, "que no es una cantidad importante para la gran labor que hacen", indicó.
