La Guardia Civil ha llevado a cabo su segunda actuación contra el narcotráfico más importante del año en Melilla, después de intervenir en el puerto comercial un total de 320 kilogramos de polen de hachís ocultos con paneles instalados en el suelo y las paredes de un camión vacío que retornaba a la península.
En una nota de prensa, la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla ha informado de que este nuevo golpe al tráfico de drogas organizado a mayor escala se llevó a cabo el pasado sábado en el puerto, y ha sido detenido el conductor del camión, un español de 64 años con residencia en Barcelona, como presunto autor de un delito contra la salud pública.
Durante los registros selectivos y aleatorios que la Guardia Civil realiza sobre los vehículos que embarcan hacia la península, un guardia civil del equipo de registro sospechó de la posible manipulación de un camión frigorífico durante su inspección en la zona de carga por “un detalle nimio, pero de bastante interés policial”.
El instituto armado procedió entonces a inspeccionar de forma exhaustiva y durante horas el camión hasta que se pudo localizar el modus operandi utilizado por las mafias organizadas del narcotráfico.
En este caso, habían ocultado la droga efectuando un panelado sobre toda la zona de carga, tanto en sus paredes laterales como sobre el suelo, que volvieron a reconstruir sin que se apreciase nada extraño desde el exterior y siendo muy dificultosa su localización.
Tras el desmontaje de la zona, los agentes extrajeron 138 paquetes de droga con forma de tabletas que pesaban 320 kilogramos.
Se trataba de polen de hachís, que contiene la más alta concentración del principio activo de ese tipo de drogas.
En función de la cantidad incautada, se trata segunda aprehensión más importante y voluminosa de las realizadas a lo largo del año.
El conductor del vehículo detenido es un ciudadano español, de 64 años de edad, con residencia en la provincia de Barcelona, que ha pasado a disposición judicial como presunto autor de un delito de tráfico de drogas.
