El Gobierno de Melilla abrió ayer la puerta a sumarse a una reivindicación conjunta de todos los grupos parlamentarios de la Asamblea para pedir un nuevo tratado de vecindad entre España y Marruecos si plantea “aspectos muy concretos y que no afecten ni un ápice a la pérdida de soberanía española” en la ciudad. El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, respondió así a la propuesta de Coalición por Melilla (CPM) de presentar una moción para reclamar en Madrid un nuevo tratado de vecindad “con una sola voz reivindicativa fuerte” de todos los grupos de la Asamblea, que fue expuesta durante el Pleno de Control al Gobierno celebrado ayer durante tres horas y media. El presidente de CPM y líder de la oposición, Mustafa Aberchán, consideró que ese nuevo tratado sería “la piedra angular para garantizar el bienestar de los melillenses”, en el que Melilla ejercería como “puente entre dos continentes” para “canalizar las inquietudes y políticas de desarrollo de la Unión Europea”.
Sin embargo, Imbroda instó a CPM a “explicar claramente” los aspectos concretos de su moción: “Si usted va a hacer una propuesta de un nuevo tratado con Marruecos, debemos tener primero muy claro el camino porque si no, podemos llegar a confundirnos con cesión de soberanía o con células de reflexiones planteadas en otros tiempos y eso sería mucho más nocivo para Melilla que su misma presencia política”.
Agregó que el PP podría asumir esa moción siempre que dichos aspectos son “muy concretos y no afectan ni un ápice a lo que puede ser una pérdida o ponernos más relajados de la soberanía española en Melilla”, ya que lo contrario es “una caja de bombas”, y siempre que haya unas buenas relaciones con Marruecos “en plano de igualdad”.
Dos tratados sin cumplir
En este sentido, recordó que las competencias de la Asamblea de Melilla en este ámbito son muy limitadas y que de los 25 tratados que hay firmados entre España y Marruecos, el país vecino “se ha saltado dos” que afectan de manera muy directa a Melilla, que son el de la aduana comercial y el del retorno de los menores extranjeros no acompañados.
En cuanto a la moción propuesta por CPM, el PP aboga por incluir el cumplimiento de esos dos tratados y que se agilicen los pasos fronterizos para el tránsito de turistas y personas en régimen de viajeros, si bien insistió en que la frontera con Marruecos “es difícil” y el país vecino considera “ningunea totalmente” a Melilla al considerarla como una ciudad ocupada.
En su réplica, Aberchán aclaró que el contenido de la moción debe ser consensuado por todos los grupos políticos de la Asamblea, pero abogó por llegar a acuerdos con Marruecos para desarrollar Melilla como “puerta de Europa en términos económicos”, de manera similar a las “inversiones envidiables” de las que se ha hablado en la reciente visita del primer ministro chino a España.
Un “sueño”
Como ejemplo de lo que se podría hacer en ese sentido en Melilla y sus zonas limítrofes marroquíes, Aberchán expuso el “sueño” de que un acuerdo entre España y Marruecos permita instalar en “el cinturón de 13 km” que bordea Melilla fábricas de vehículos eléctricos, energías limpias o tratamientos de residuos o “cientos de proyectos en política de desarrollo”.
La seguridad también es “primordial” en este sentido con un aumento de agentes que garanticen el tránsito fronterizo, señaló Aberchán tras recordar que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se comprometió en su visita a Rabat este mes a pedir a Europa más fondos para Marruecos y el Magreb.
Ante ello, Aberchán cree que se podría pedir que sean canalizados a través de planes de desarrollo en los que el Pueblo de Melilla se pueda beneficiar, e insistió en que Imbroda “tiene el desafío de llevar una voz única” de la Asamblea en la próxima reunión que celebrará el 4 de diciembre en La Moncloa con Sánchez.
Reunión con Sánchez
Sin embargo, el presidente melillense dejó claro que en su reunión con Sánchez llevará los temas que ya ha anunciado, entre ellos el cambio del Código Civil para que las madres marroquíes que dan a luz en Melilla no puedan pedir la nacionalidad española para sus hijos cuando cumplan los 18 años.
De esta forma, el Gobierno melillense quiere evitar que se colapse más el hospital con “un efecto llamada” y para que nuestra ciudad “no sea una fábrica de españoles indebida e injustificadamente”.
También preguntará qué hay de cierto en lo publicado sobre la posibilidad de que los inmigrantes puedan votar en las elecciones municipales, ya que en Melilla “sería nefasto” al tener el doble de inmigración que la media nacional, y reclamará inversiones para Melilla.
“Creo en una Melilla soberana, española, europea, con grandes y buenas relaciones con Marruecos y con tratados que se pongan encima de la mesa muy claritos que ni un ápice se pueden desbordar de lo que creo, que es que llevamos 500 años en esta ciudad y que estemos 500 más todos juntos, incluso personas como ustedes, que hacen ese tipo de política, porque estamos en democracia y libertad”, finalizó Imbroda.
