El enlace matrimonial entre Lorena Ruiz Hernández y Salvador Saavedra Casado se convirtió ayer en un auténtico acontecimiento social que festejaron alrededor de 300 invitados, entre los que se incluía un numeroso grupo procedente de Gran Canaria, en su mayoría familiares de la novia y de los que merecen especial mención las abuelas octogenarias de Lorena, María Isabel Rodríguez y Josefa Artiles.
La ceremonia, concelebrada por cuatro sacerdotes, entre ellos el vicario episcopal de Melilla, Eduardo Resa, estuvo dirigida por el director espiritual del Opus Dei en Andalucía Oriental, D. Julián Gutiérrez.
Himno de España
Oficiada en la Iglesia Arciprestal del Sagrado Corazón de Jesús, destacó principalmente por el apego a antiguas tradiciones, como el rito de las Velaciones o el toque del Himno de España en el momento más importante de la Misa, tal cual es el del sacramento de la Consagración.
Los novios, médico en el caso de Salvador y farmacéutica en el de Lorena, quisieron que su enlace coincidiera con la fiesta de la Inmaculada, Patrona de España y de los boticarios.
Entre los invitados, muchos amigos de los novios, antiguos compañeros de las Facultades de Medicina y Farmacia de Granada, así como del Colegio Mayor Cardenal Cisneros y del Alsajara.
También acudió una nutrida representación de compañeros de Salvador en el Hospital Comarcal y de la comunidad sanitaria de Melilla, del Club Rotary melillense, del Centro Unesco, de la Cofradía de la Soledad, del Colegio de Médicos y del ámbito académico, representado en este último caso por el Decano de la Facultad de Medicina de Granada, Indalecio Sánchez Montesinos, y por el Presidente de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Andalucía Oriental, Antonio Campos.
Bendición del Papa
Los desposados quisieron contar para la consagración de su matrimonio con la Bendición Apostólica de Su Santidad el Papa Francisco.
La ceremonia, embellecida por una cuidada selección musical que interpretó el tenor melillense Sebastián Alarcón, tuvo a numerosos participantes en las lecturas de los evangelios y de las diversas oraciones.
Una vez finalizada, los invitados fueron agasajados con un exquisito banquete en el Hotel Tryp Melilla Puerto, al que siguió una animada y divertida fiesta que los propios novios iniciaron interpretando un hermoso vals.
Desde estas líneas, nos sumamos a las felicitaciones al nuevo matrimonio y les deseamos una larga y próspera vida en común. ¡Enhorabuena, Lorena y Salvador!
