El coautor de la obra, Andrés García Ibáñez, ante la polémica que ha surgido en estos días por el coste de la escultura apuntó que el precio por el que la Ciudad Autónoma va a adquirir esa obra es “irrelevante comparado con el precio real del mercado, que oscilaría entre el millón y medio o dos millones de euros”.
Además, aseguró que la escultura es un regalo que ambos escultores van a hacer a la Ciudad de Melilla y que los dos han renunciado prácticamente a sus honorarios.
“Solamente el coste de la fundición de bronce y la producción supera los 400.000 euros”, apostilló.
Aunque esta escultura se ha podido hacer por la amistad que une la Fundación Ibáñez Cosentino con Antonio López y el compromiso con la Ciudad de Melilla.
El escultor Antonio López expresó que “la escultura puede no hacerse, no se hace y ya está”. Aunque cree que se trata de “una riqueza que va a durar mucho, la gente viaja a Egipto para ver cosas que se han hecho hace 4.000 años, hay que creer en eso”.
“Si no piensan que está bien pues no se hace, no por el dinero, sino porque no es algo digno de estar entre la gente”, dijo López.
La consejera de Cultura anunció que en breve dará información con el presidente de la Ciudad tanto el boceto de la escultura que van a desarrollar Antonio López y Andrés García y el lugar exacto.
Asimismo, destacó que es una “gran oportunidad que tiene Melilla de poder engrandecer su patrimonio cultural y material con una escultura ya que Antonio López es el artista español más cotizado vivo ahora mismo en el mundo”.
Mohatar no entiende cómo un representante político no defienda que la Ciudad de Melilla “pueda contar en sus calles con un patrimonio, elemento de enriquecimiento, de ennoblecer la ciudad con una escultura de Antonio López”.
