Ciudadanos Melilla (Cs) lamentó ayer “profundamente” que el PP “no haya denunciado todavía el escrache sufrido por Eduardo de Castro por parte de un exconsejero la semana pasada”. La formación naranja, en un comunicado, criticó que varios miembros de la formación difundieran un vídeo de 7 segundos sobre este incidente “con el único fin de tergiversar lo que realmente sucedió, en lugar de condenar lo sucedido”. Cs cree que lo que ocurrió el pasado miércoles “es el resultado de la frustración de un ciudadano llevada al límite”. “Ni el PP ni ningún otro representante son responsables de la actitud que pueda mostrar cualquier ciudadano enfadado por un incidente aeroportuario”. “En este caso, fue De Castro quien sufrió los insultos, pero cualquier miembro de la Asamblea podría ser increpado en el futuro, y es deber de todos salvaguardar el orden y condenar cualquier tipo de violencia, ya sea verbal o física”, agregó.
Asimismo, dijo condenar “este y cualquier otro incidente que se produzca en forma de escrache o acoso a cualquier ciudadano, ya sea miembro o no de la Asamblea, e independientemente de su condición, sexo, religión, edad o nacionalidad”. En cambio, Cs cree que otros partidos “prefieren utilizar políticamente este tipo de incidentes para sacar provecho”.
En cuanto al vídeo difundido en las redes sociales, Cs mantiene que “no refleja la realidad de lo sucedido en el aeropuerto de Melilla” porque “tan solo representa el final de un suceso de varios minutos que obligó a la Policía a poner orden ante los repetidos insultos e increpaciones de Nicolás Sánchez, que las cámaras y los testigos pueden corroborar”.
“Antes de producirse el incidente, Nicolás Sánchez ya había increpado al presidente Imbroda, que estaba ausente, al que responsabilizaba del caos debido a las cancelaciones y retrasos. Desconocemos qué hubiera ocurrido si en lugar del coordinador de Ciudadanos, hubiese sido el señor Imbroda o cualquier otro miembro del Gobierno quien se encontrase en ese momento en el aeropuerto”, insistió Cs.
Por último, la formación naranja afirmó que “los límites de la actividad política se circunscriben al debate, el argumento y la crítica”. “Cuando esos límites traspasan el ámbito institucional y se convierten en cuestiones personales y se utilizan como forma de agresión, ya sea verbal o física, a cualquiera de los representantes públicos, el rédito político debería quedar inmediatamente a un lado. No queda sino defender y denunciar el abuso para evitar que esos incidentes se puedan repetirse en el futuro”, concluyó.
