La plantilla de la U.D. Melilla reanudó en la mañana de ayer miércoles, en el césped del Estadio Municipal Álvarez Claro, el trabajo de la semana, después de una jornada de descanso bastante necesaria, tras ocho días de gran intensidad por la disputa de tres encuentros -dos de Liga y uno de Copa del Rey- y un viaje largo de ida y vuelta a la capital de España, entre barco y avión. Los azulinos ya sólo están centrados en el encuentro del próximo domingo en Badajoz, que será la última salida del año 2018 a un campo nada fácil, el Estadio Nuevo Vivero, aunque aún deben disputar 9 puntos para que concluya la primera vuelta.
El Melilla, después de disputarse dieciséis jornadas de Liga, lidera el Grupo IV de la Segunda B, con 37 puntos, 3 más que su inmediato perseguidor, el UCAM Murcia, y a 10 de distancia del quinto clasificado, el San Fernando C.D.
Estos excelentes registros sitúan al decano del Grupo IV como el segundo mejor equipo del campeonato, por puntos, de las tres primeras categorías nacionales del fútbol español.
El conjunto que dirige Luis Miguel Carrión se ejercitó en la jornada de ayer en el Estadio Municipal, donde completó una serie de ejercicios de CORE, algunos rondos, una parte de ejercicios algo más tácticos y otros tantos más introducidos en dinámicas de juego, con partidillos en espacios reducidos.
En esta sesión preparatoria no pudieron participar los centrales Paco Aguza y Richi, que siguen entrenando al margen y recuperándose de sus respectivas molestias musculares. El montijano sufre una micro rotura y parece evolucionar positivamente, mientras que el malagueño sigue a la espera del resultado de unas pruebas que se le han realizado. No parecen lesiones serias, aunque el conjunto melillense tomará todas las precauciones necesarias para evitar posibles recaídas.
