Cerca de las 18h del pasado 4 de diciembre, un hombre y una mujer se presentaron en la frontera de Farhana para acceder a la ciudad. En el control documental, los agentes pudieron comprobar en la base de datos que el hombre -el acusado- tenía una orden de alejamiento con respecto de la mujer que le acompañaba, su pareja, dictada por un juez el pasado abril. El hombre negó que fueran juntos, aduciendo un encuentro fortuito, si bien tanto policías como guardias civiles declararon lo contrario. El Ministerio Fiscal interesó para el acusado la imposición de una pena de 1 año de prisión por un delito de quebrantamiento de condena. Sobre las 17:45 h del día 4 de diciembre de este mismo año 2018 (el martes de la semana pasada), un hombre de nacionalidad marroquí se disponía a cruzar la frontera de Farhana en dirección a Melilla, acompañado por su pareja sentimental. Los agentes de Policía, al comprobar la documentación de ambos en la base de datos de la Policía, se percataron de que sobre el acusado pesaba una orden de alejamiento con respecto de la mujer que en ese momento lo acompañaba, motivo por el que fue detenido en el acto.
Según declararon los agentes de los diferentes cuerpos de seguridad que operan en la frontera, el acusado (quien tiene un considerable historial delictivo, con condenas anteriores y posteriores a los hechos objeto de este procedimiento) es un trabajador habitual de la frontera de Farhana, un hombre que “se busca la vida” llevando a pie bolsas con mercancía hacia Marruecos. También según declararon los agentes de Policía Nacional y Guardia Civil, al ser preguntado por la mujer en el control, el hombre les manifestó que era su pareja, y se quedó esperándole al otro lado.
Sobre el acusado pesaba una sentencia (de 20 de abril de 2018) por un delito de violencia de género, sentencia en la que se establecía una orden de alejamiento con respecto de la perjudicada, que tampoco se personó en el acto de juicio oral.
El Ministerio Fiscal y la Acusación Particular, en representación de la víctima –que finalmente sí llegó a la sala, pero cuando el juez ya había dejado el juicio visto para sentencia- interesaron para el acusado la imposición de una pena de un año de prisión por la comisión de un delito de quebrantamiento de condena. La Fiscalía recordó que la jurisprudencia establece que el mero acuerdo entre las dos partes implicadas en la orden de alejamiento no exime de su estricto cumplimiento, y se opuso a la posible suspensión de la condena.
La defensa, por su parte, alegó que no quedaba suficientemente probado que el acusado y la denunciante fueran juntos a la frontera, y que se trató de un mero encuentro fortuito, toda vez que el acusado trabaja en la zona. Así mismo, la defensa posicionó a favor de la suspensión de la condena, toda vez que, pese a los antecedentes del acusado, interpreta que éste “no presenta peligrosidad criminal” y que los hechos juzgados “ni tienen entidad suficiente” como para que el acusado ingrese en prisión por ellos.
