La madrugada del 3 de diciembre de 2015, 4 hombres y un menor de edad se encontraban robando vehículos en la explanada del cerro de Palma Santa, en los alrededores de la frontera de Farhana, cuando un guardacoches -el perjudicado, de 59 años de edad- les sorprendió y trató de detenerles, recibiendo una brutal paliza que muy cerca estuvo de costarle la vida, y que le dejó con secuelas gravísimas e irreversibles. Tres de los 4 acusados reconocieron haber participado en el robo, no en la agresión, mientras que un cuarto reconoció la agresión. Para todos ellos, las acusaciones interesaron 8 años de prisión. El reconocimiento de los hechos y el esclarecimiento de la autoría de la paliza suscitaron una sustancial rebaja, ya que la acusación pedía inicialmente 17 años. Según la descripción inicial de los hechos realizada por el Ministerio Fiscal y la Acusación Particular, el día 3 de diciembre de 2015, sobre las 02:00 h de la madrugada, 4 hombres y un menor de edad – todos de nacionalidad española- puestos de común acuerdo, se dirigieron a la zona del Cerro de Palma Santa, en las proximidades del paso fronterizo de Farhana, forzaron una furgoneta con matrícula marroquí, se introdujeron en su interior y consiguieron ponerla en marcha. A continuación, se marcharon de la zona conduciendo el vehículo robado, estacionándolo en la Plaza de la Mezquita.
Momentos después, los acusados volvieron a la zona del Cerro de Palma Santa y, nuevamente, se acercaron a otro vehículo (un Mercedes 240), también de matrícula marroquí, que se encontraba estacionado en el lugar, cargado con 30 sacos de almendras. Los acusados forzaron el bombín de una de las puertas delanteras del vehículo, y accedieron a su interior, consiguiendo de nuevo ponerlo en marcha. Cuando los acusados se disponían a huir en el vehículo recién forzado, el guardacoches encargado de vigilar los vehículos estacionados, un hombre de 59 años de edad, se acercó a los acusados en un intento por impedir el robo.
Fue en ese momento cuando los acusados, “con evidente ánimo de atentar contra la vida” del guardacoches, le golpearon reiteradamente, propinándole una brutal paliza que le causó gravísimas lesiones. Estas lesiones incluían traumatismo craneoencefálico grave, edema cerebral y múltiples hematomas cerebrales, que dejaron al perjudicado en coma, debatiéndose entre la vida y la muerte, y obligándole a pasar por hasta cinco cirugías mayores (realizadas entre los días 3 de diciembre de 2015 y 15 de junio de 2016) para sobrevivir y paliar las secuelas. El perjudicado, que permaneció ingresado un total de 249 días hasta recibir el alta, quedó con unas terribles secuelas: totalmente incapacitado y bajo intenso tratamiento, sometido a rehabilitación y controles continuos con su médico de familia y neurocirujano. La víctima, que falleció hace meses sin llegar a ver cómo se hacía justicia con su agresor, quedó incapaz de valerse por sí mismo para realizar actividad alguna, dependiendo en todo momento de la ayuda de su esposa y sus 4 hijas, toda vez que quedó postrado en silla de ruedas, sin movilidad en sus extremidades y sin capacidad de expresión, mostrando una total desconexión con la realidad. El perjudicado pasó de estar completamente sano a no dar respuesta a ningún tipo de estímulos ni muestra de conciencia que pudiera denotar que llegaba a comprender lo que ocurría en su entorno.
Las graves secuelas provocadas por la brutal paliza no sólo tuvieron su impacto en la víctima, sino que también alcanzaron a su entorno familiar, dado que el perjudicado era la única fuente de ingresos de su unidad familiar, que quedó desamparada y subsistiendo de la caridad de familiares y allegados para vivir y costear a la vez los medicamentos y los gastos relacionados con el cuidado de la víctima.
Inicialmente, el Ministerio Fiscal interesaba para cada uno de los cuatro acusados la imposición de una pena total de 17 años de prisión: 9 años por el delito de homicidio en grado de tentativa; 5 años por un delito de robo con violencia, y 3 años por un delito de robo con fuerza, además del pago de una indemnización por valor de 289.212,71 euros a la familia del acusado.
La acusación particular, por su parte, interesaba para cada uno de los acusados la imposición de una pena total de 17 años, 11 meses y 30 días de prisión: 9 años por el delito de homicidio en grado de tentativa y, como el Ministerio Fiscal, 5 y 3 años por los delitos de robo con fuerza y robo con violencia, respectivamente. Donde ambas acusaciones diferían inicialmente era en la cuantía de la indemnización, fijada por la acusación particular en 941.241,30 euros –más los gastos que pudiera reclamar el INGESA por el tratamiento del paciente- para la familia del perjudicado y 7.200 euros como indemnización para el propietario del vehículo robado que iba cargado de almendras.
Juicio
Los abogados de la defensa llegaron a un acuerdo con el Ministerio Fiscal y la acusación particular para la modificación de sus escritos de acusación, a fin de excluir del apartado de autores de la agresión a tres de los cuatro procesados, manteniendo su participación en el robo de los vehículos.
Los tres primeros acusados prestaron declaración, uno tras otro, confirmando su participación en el robo pero desvinculándose de la brutal agresión al perjudicado: “dejé allí mi coche y me fui”, “me enteré por otro” o “solo fuimos a dar el palo” fueron algunos de los argumentos desarrollados por los acusados en sus declaraciones ante el magistrado de la sección séptima de la Audiencia Provincial de Málaga en Melilla. Finalmente, el último de los 4 acusados, admitió haber participado en el robo y, además, haber dado “un cate” al perjudicado; “no se si un cate causa todas esas lesiones”, murmuró el acusado durante su declaración, que selló el acuerdo alcanzado por ambas partes.
Según el citado acuerdo, Ministerio Fiscal y acusación particular acordaron una sustancial rebaja de sus peticiones iniciales, de manera que finalmente se pidió un total de 8 años de prisión para los 3 acusados responsables de los delitos de robo con fuerza (3 años) y robo con violencia (5 años) y un total de 8 años de prisión para el acusado responsable de la agresión, para quien concretamente interesaron 5 años de cárcel por homicidio en grado de tentativa, más 1 año por robo con fuerza y 2 por robo con violencia.
Pese a la rebaja de pena, ambas acusaciones acordaron solicitar la satisfacción de la indemnización más cuantiosa, quedando los acusados legalmente obligados a abonar 941.241,30 euros a los familiares de la víctima y 7.200 euros al propietario de las almendras robadas. Además, solicitaron el inmediato ingreso en prisión (ayer mismo) de los acusados, que quedaron a disposición policial a la espera de ser directamente trasladados a prisión desde el juzgado.
Todas las defensas se adhirieron a las manifestaciones expuestas por las acusaciones en sus respectivas conclusiones.
