La Junta Directiva del Sindicato Médico de Melilla ha emitido una nota de prensa en la que aborda los hechos acaecidos en el servicio de Urgencias en la noche del domingo, tras la pelea en la que un menor fue presuntamente agredido por un grupo de agentes de paisano. El sindicato confirmó que el personal del turno afectado se sintió “intimidado y humillado” por la actuación de los afectados, y ha pedido que se inicie una investigación al respecto. Si bien el sindicato mostró su apoyo a las FFCCSE, también recordó que denunciará a cualquier persona o entidad que vaya en contra de los derechos de los sanitarios, y afea al resto de entidades que no se hayan manifestado en tal sentido. La Junta Directiva del Sindicato Médico de Melilla ha emitido una nota de prensa a raíz de las “mareas de tinta” que han corrido por Melilla en los últimos días, ante los “acontecimientos lamentables” que ocurrieron en la noche del día 17 al 18 de diciembre.
Los médicos califican el clima de Melilla como “cada vez menos respirable”, ya que la sanidad se ha convertido en un “campo de batalla de todos contra todos”, y recuerdan que, además de trabajar “en unas condiciones penosas”, el personal sanitario “debe soportar ser el sumidero de todos los despropósitos de la Unión Europea, del Gobierno de España y de la Ciudad Autónoma de Melilla”. Es por ello que, antes de comentar los hechos concretos de la citada noche, han querido reivindicar la labor de unos profesionales que “a pesar de todo y de todos” siguen haciendo que la sanidad funcione. “Habría que concederle la Medalla de la Ciudad, todos los años, a los trabajadores de Urgencias del Hospital Comarcal de Melilla (entre otros)”, sentencian desde la directiva, dados “el desprecio y las humillaciones que soportan sus trabajadores”.
Así mismo, el sindicato ha querido reivindicar su valor en la defensa de los intereses de los médicos y en su demostración de su “patriotismo, amor a España y respeto a la Constitución”, recordando la creación del SIMECAT, sindicato médico de Cataluña, no independentista, en junio de este mismo año.
Médico
El sindicato ha querido mostrar su “apoyo incondicional” al médico que inicialmente atendió a los policías de paisano implicados en el altercado. “Hemos podido leer comentarios tan abominables como que se trataba de un médico marroquí o que los afectados se habían negado a ser atendidos por el mismo, exigiendo ser atendidos por otro médico sin vínculos raciales o religiosos con el menor”, si bien, ante esto, los facultativos se muestran totalmente “presos de la incredulidad”, y aclaran que el médico referido no era marroquí, “aunque la medicina no entiende de países ni de religiones, y tenemos compañeros marroquíes que son excelentes profesionales”, sino que era “español por los cuatro costados, melillense de nacimiento, culto, excelente persona y con muchos más valores morales que aquellos que lo han criticado”. El sindicato recuerda que este médico “salva todos los días vidas en el Servicio de Urgencias”, independientemente de si los pacientes son caucásicos, bereberes o hindúes. “Un médico atiende pacientes, sin importarle su edad, raza, religión, coeficiente intelectual, talla moral o ideología política […] sólo una mente enferma podría no entenderlo”, sentencian.
Desde el sindicato recuerdan que el facultativo no puede ser nunca discriminado por su religión, ni por su origen étnico., y les resulta “vergonzoso” tener que soportar conductas “más propias de la Edad Media”, que de un país moderno.
Humillados e intimidados
En otro orden de cosas, en relación con las manifestaciones verbales y escritas de los trabajadores sanitarios del turno afectado, el sindicato exige al INGESA, a la Delegación del Gobierno y la Junta de Personal, que investiguen los hechos para determinar si los afectados exigieron o no ser atendidos antes que el resto de pacientes, independientemente de la gravedad de la patología; si la actuación de los afectados interfirió o no en la atención del resto de pacientes; si la atención de los críticos (BOX-1) se vio o no interferida por la acción de los afectados; y si alguno de los afectados exigió o no un tratamiento de datos personales o médicos distinto al normativo.
Independientemente de la citada investigación, el sindicato confirma que los trabajadores del Servicio de Urgencias “han manifestado encontrarse intimidados por la actuación de los afectados, así como menospreciados y humillados”, algo que es “absolutamente intolerable”.
El sindicato médico de Melilla reitera su solidaridad con todos los colectivos de trabajadores públicos de Melilla, “que entendemos que trabajan en condiciones difíciles”, si bien, “al igual que hemos denunciado a profesionales sanitarios que entendíamos que no cumplían con su labor”, informan de que denunciarán a cualquier persona o actor social individual o colectivo que conculque los derechos del personal sanitario.
El sindicato médico lamenta que ni la Junta de Personal ni ninguno de los sindicatos del área sanitaria, “generosamente subvencionados y con liberados sindicales en sus filas”, haya hecho el más mínimo pronunciamiento sobre los hechos, “los trabajadores cada día los necesitamos menos”, concluyen.
