No sé si cuando lea esta le habrá tocado la lotería y mejor ¡el gordo!, de cualquier manera le deseo Feliz Navidad con Salida y Entrada de Año lleno de salud; mientras tanto yo seguiré intentando ser joven en mí día que por algo soy Manuel (el que está con vosotros) y me recupero de la tristeza que me dio sentirme ignorado al no haber sido invitado al ágape del Melilla Hoy y poder codearme con tanto profesional de la letra y comunicación, con lo que a mí me hubiese gustado estar y degustar el espumoso y el caviar entre risas, sonrisas y carcajadas; no es acaso digno el envidiar estar con tánta intelectualidad sin tacha, los que soportan mi amalgama no letrada de mis deseos de ser socialmente político de los que de verdad aman a España como usted, sea mujer u hombre, «que las ciencias adelantan que es una barbaridad» (de la Verbena de la Paloma) y ahora la progresía quiere aclaración de género en vez de decir «nosotros», sea pues adaptado mi léxico que no lésbico textual de mi rancio castellano que como lengua española cabrea en grado sumo a la catalanidad «separata» que, por algo ha ido «el madriles» a darles pompa, que esperemos no sea esta fúnebre entre hermanos, ya que tenemos malas lenguas entre tantas lenguas hábidas en la tierra de España, qué sería de no tener como idioma nacional al de más habla ¡no nos entenderíamos en nada! ¿Usted dirá?… Leía hace unos días un whatsApp de ésos de entre amigos que, decía: ¿cuál es el castigo de los separatistas?, que un vasco y un catalán tienen que entenderse en español… ¿O no? Por eso, solo por eso, cuando alguna vez me han forzado a entender con dificultad total una de estas lenguas, yo he contestado en gallego siendo de Madrid. Y es que soy español, español, español. Así que, cuando usted me lea, si me lee, piensen en Melilla Hoy crisol de lenguas y religiones sin mancha de pecado alguno. Amén
