El máximo responsable de la entidad deseó que «2019 sea un año de grandes éxitos para el deporte melillense”.
Club Melilla Baloncesto: ¿Cómo valora deportivamente el año 2018?
Jaime Auday: El año pasado en lo deportivo fue muy positivo. Empezamos con dudas, pero el equipo fue creciendo y demostrando la calidad que atesoraba a principios de temporada cuando confeccionamos la plantilla. Fuimos creciendo y disputamos la cuarta final de ascenso de nuestra historia ante Manresa. Logramos forzar dos prórrogas y llevar la serie a un quinto partido, pero finalmente no pudimos lograr por segunda vez en nuestra historia el ascenso a la ACB.
Este curso volvimos a formar un equipo competitivo y de garantías. Es cierto que los resultados todavía no están mostrando el verdadero potencial de la plantilla, pero como ocurrió el pasado año, estamos confiados en que el esfuerzo y el trabajo de todos dará sus frutos y conseguiremos dar que hablar en esta segunda vuelta.
CMB: Este año parece faltar el apoyo de la afición que parece desilusionada, ¿cuál es su opinión al respecto?
J.A: Como ellos, soy el primero que esta desilusionado por todo lo que ha pasado estos últimos años desde que conseguimos el ascenso. Lo que sí puedo decir es que, tanto yo como mi junta directiva, vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para intentar nuevamente el ascenso a la ACB, el lugar que, por trabajo, historia e ilusión, se merece Melilla.
Por tal motivo, vamos a trabajar en la próximas semanas por si es necesario hacer algún refuerzo para el equipo que nos ayude a volver a ilusionar a la afición.
CMB: ¿Esta desilusión ha provocado un cierto distanciamiento con el aficionado?
J.A: Es cierto que tenemos que hacer una reflexión importante en este aspecto y vamos a trabajar desde ya para intentar estar más cerca de ellos y explicarles el proyecto. Es muy importante para nosotros que los aficionados y socios sientan que el Melilla Baloncesto es su club.
Quiero tener más interacción con los socios y que ellos nos ayuden en este proyecto, porque deben ser parte importante del mismo. Por eso, mi idea durante las próximas semanas es intentar hablar con ellos y conocer sus impresiones.
CMB: Muchos aficionados se han quejado de los diferentes cambios en los horarios, ¿qué tiene que decir?
J.A: Sabemos que el asunto de los horarios está causando un gran trastorno a nuestros aficionados, pero quiero recordar que no es culpa nuestra. Esta temporada la Federación Española de Baloncesto vendió los derechos televisivos de la LEB Oro a la LaLiga y ellos, viendo el potencial de la competición, quieren explotar el producto. Son quienes marcan los días y los horarios de los partidos y el club solo puede acatar sus directrices. Estamos atados de pies y manos en este aspecto.
CMB: ¿Cuál es el objetivo del Melilla Baloncesto?
J.A: Ascender deportivamente, aunque sabemos que es una tarea dura y complicada. Equipos históricos como Breogán han tardado más de doce años y otros están a la espera o han desaparecido por las deudas. Bajo mi presidencia, con todos los problemas económicos incluidos que arrastraba el club, hemos logrado jugar cuatro finales de ascenso a la ACB, logrando el primer y único ascenso de la historia de la entidad, conquistar una Copa Príncipe y disputar en siete ocasiones los play off de ascenso, algo que pocos equipos pueden decir.
Con estas credenciales nuestra motivación cada temporada es intentar crear, con el presupuesto que tenemos, el mejor proyecto deportivo para intentar subir. Recibimos una importante subvención por parte de la Ciudad Autónoma de Melilla que entiende que somos un proyecto de ciudad importante y porque por encima de todo somos ‘Marca Melilla’ cuando vamos fuera de aquí.
CMB: ¿Listos para la ACB?
J.A: Durante estos últimos años hemos tratado de mejorar el funcionamiento y organigrama del club para adaptarlo a ACB. Desde hace varios años somos el único club de Melilla que cuenta con el acceso informatizado a sus partidos, además de contar con la posibilidad para todos aquellos aficionados puedan adquirir sus abonos o localidades a través de internet.
También hemos ampliado nuestra estructura con un departamento de marketing, comunicación y económico como exige la ACB. Sus resultados se están convirtiendo en referente, no solo local sino a nivel nacional.
CMB: ¿Económicamente, la entidad está preparada para la ACB?
J.A: Cuando llegué a la presidencia hace diez años, nadie quería hacerse cargo del club por los problemas económicos y la deuda generada por las anteriores gestiones. Ahora estoy orgulloso de decir que después de muchos años de trabajo y sacrificio somos un club saneado referencia en Melilla y en toda España.
Tenemos todo preparado para convertirnos en Sociedad Anónima Deportiva. Llevamos los últimos años pasando dos auditorias, una externa por parte del club y otra que solicita la ACB. Todas las hemos pasado sin problemas y en el momento que queramos podríamos empezar con ella. Independientemente de esto, es importante recordar que la ACB permite un año de demora en la conversión.
CMB: ¿El nuevo pabellón?
J.A: En eso no tenemos demora posible. La ACB exige unas condiciones en las instalaciones que ahora mismo no cumplimos. Sin duda, este es el requisito principal y no depende de nosotros. Desde el año del ascenso hemos trabajado en este proyecto, facilitando a la Ciudad Autónoma opciones de ampliación, mejora o una nueva ubicación de una instalación acorde a las necesidades que exige la ACB. Nuestro trabajo llega hasta allí y el resto depende del Gobierno local. Nosotros poco podemos hacer.
Sin un pabellón nuevo o instalaciones adecuadas para jugar en ACB este proyecto no tiene sentido. He dicho en varias ocasiones que si las obras del pabellón no se inician dimitiría como presidente porque es una parte vital del proyecto. Esa es la idea que tengo, y al concluir la temporada veremos como está la situación y tomaré una decisión definitiva.
CMB: Por último, ¿un deseo para este 2019?
J.A: Me gustaría desearles un feliz año 2019 a todos los melillenses y al deporte de la ciudad. Ojalá este sea un año de grandes éxitos deportivos para Melilla.
