La plantilla de la U.D. Melilla celebró ayer lunes el último entrenamiento del año, despidiendo un 2018 muy especial, ya que el decano del Grupo IV de la Segunda B está situado en la zona de Play-Off y disputó una histórica eliminatoria de dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el Real Madrid. Los jugadores volvieron a ejercitarse en el Estadio Municipal Álvarez Claro, aunque en esta ocasión en sesión de tarde, preparatoria para el encuentro del próximo en Ibiza. Los de Luis Miguel Carrión rendirán visita a un conjunto llamado a estar en la zona media alta de la tabla clasificatoria y que confía en sumar los tres primeros puntos del nuevo año 2019.
Si la jornada del domingo fue de activación, la de este lunes ha sido algo más intensa y con algo más de espacio para el fútbol. Los futbolistas volverán a los entrenamientos este miércoles en sesión vespertina, tras haber descansado ayer martes, y llevarán a cabo sus sesiones en el Campo Federativo de La Espiguera para adaptarse lo mejor posible a la superficie de césped artificial, que es en la que jugarán el domingo en el Estadi Can Misses.
Por su parte, el Ibiza, al igual que el Melilla, también reanudó el pasado domingo los entrenamientos, con vistas a preparar el choque ante el Melilla, al tiempo que la dirección deportiva del club balear estudia la posibilidad de poder reforzarse para la segunda vuelta del campeonato.
El conjunto que entrena Andrés Palop se ejercitará durante todos los días de esta semana, a excepción del pasado día 1 de enero, en doble sesión, con el objetivo de llegar en las mejores condiciones al choque de este próximo domingo.
Por otro lado, los jugadores Marco Borriello y Sergio Cirio están evolucionando favorablemente de sus respectivas lesiones y se espera que el segundo pueda estar en condiciones para el primer encuentro del 2019.
