Por espacio de más de dos horas, los algo más de veinte mil melillenses de todas las edades que se dieron cita en plena Avenida, disfrutaron anoche de la mágica cabalgata de Reyes Magos organizada por la Viceconsejería de Festejos. Más de 500 figurantes, 18 pasacalles y once carrozas ofrecieron el espectáculo perfecto para la magnífica noche de los Reyes Magos.
Las carrozas presentaron este año un nuevo diseño, acorde a la ocasión, con un claro homenaje al mundo de los más pequeños de casa. Entre las bateas, los pasacalles con sus coreografías y disfraces, invitaban al numerosísimo público asistente a no perder detalle de bailes y disfraces, y a seguir la música con pies y manos para contrarrestar también el frío reinante.
A lo largo del recorrido se lanzaron unos 3.200 kilos de caramelos aptos también para celiacos. De hecho las carrozas hicieron varias paradas para recargar y que nadie se quedara sin un dulce regalo.
Cerraba la cabalgata el tren turístico reconvertido en el del carbón dulce, y un camión de bomberos. A destacar, el importante despliegue de seguridad, con 120 efectivos y distintos elementos de control y acceso.
A su entrada en la Plaza de España, la cabalgata llegó a su fin. Sus majestades se dirigieron al Palacio de la Asamblea, donde fueron recibidos por el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda.
Seguidamente se asomaron al balcón del Ayuntamiento, desde el que saludaron a los cientos de ciudadanos que les esperaban en la calle. El deseo de los regios invitados, que 2019 sea un buen año para Melilla.
Antes de marcharse, los Reyes Magos acudieron al Salón Dorado, donde también le esperaban un importante número de niños, hijos de autoridades locales y personal de la Ciudad Autónoma.
