Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

Carta del Editor

El futuro es hoy

“El futuro es hoy”. Lo he dicho yo muchas veces, en privado y en varias de mis Cartas, pero también es el título del último y séptimo libro del ex presidente del Gobierno (1996-2004) José María Aznar, libro subtitulado “España en el cambio de época”, un cambio que Aznar resume como “”un ocaso del orden liberal internacional creado y sostenido por Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial” y cuyo “impulsor decisivo” es la revolución tecnológica, que habría que convertir en “un instrumento al servicio de la sociedad”, sin olvidar que “los cimientos de nuestro orden liberal son los valores y las políticas que han traído la mayor prosperidad al mundo”, los valores liberales clásicos, el de la libertad, el del Estado de derecho, el de la economía libre, el de la libertad individual, el de la cooperación internacional. “El futuro es hoy”. Lo he dicho yo muchas veces, en privado y en varias de mis Cartas, pero también es el título del último y séptimo libro del ex presidente del Gobierno (1996-2004) José María Aznar, libro subtitulado “España en el cambio de época”, un cambio que Aznar resume como “”un ocaso del orden liberal internacional creado y sostenido por Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial” y cuyo “impulsor decisivo” es la revolución tecnológica, que habría que convertir en “un instrumento al servicio de la sociedad”, sin olvidar que “los cimientos de nuestro orden liberal son los valores y las políticas que han traído la mayor prosperidad al mundo”, los valores liberales clásicos, el de la libertad, el del Estado de derecho, el de la economía libre, el de la libertad individual, el de la cooperación internacional.

Como hago siempre que leo un libro, subrayo, con lápiz, lo que en ese momento me llama más la atención. Por ejemplo, y en el caso del interesante libro de Aznar: Innovar es el principal motor del desarrollo en las sociedades libres; Fukuyama se equivocó en su predicción del fin de la historia, pero en absoluto respecto a la definición del “hombre poshistórico”, que es, como decía Ortega y Gasset, él y sus circunstancias, definidas hoy por “la reducción de la política, el pensamiento y el debate de ideas a puro entretenimiento en las redes sociales, donde millones de usuarios anónimos odian, insultan y mienten sin responsabilidad individual, social o política”; La llamada ‘cultura de la gratuidad’ es una gran mentira con efectos perversos sobre la responsabilidad individual y la solidaridad, pues “no hay nada gratis, ni la sanidad ni la deuda, por poner dos ejemplos de capítulos de gastos que se suelen considerar gratuitos o indoloros”; “En las sociedades occidentales y en sus economías hay un problema general de sobrerregulación…ligada con frecuencia a los fenómenos de corporativismo, todavía demasiado presentes en la sociedad que “los cimientos de nuestro orden liberal son los valores y las políticas que han traído la mayor prosperidad al mundo”, los valores liberales clásicos, el de la libertad, el del Estado de derecho, el de la economía libre, el de la libertad individual, el de la cooperación internacional.

Acerca del futuro del PP es interesante la última encuesta publicada sobre intención del voto nacional, ahora en El Mundo del 2 de enero (las encuestas del CIS socialista de Tezanos me parecen tan ridículamente manipuladas que no merece la pena detenerse siquiera a mencionarlas) cuya predicción, en resumen, es que los resultados de Andalucía se trasladarán al resto de España en las elecciones del próximo mayo y que la derecha, PP, Cs y Vox, obtendría una holgada mayor absoluta y podría gobernar… si los tres partidos se ponen de acuerdo, pero no si sólo se ponen de acuerdo dos, PP y Cs -como está ocurriendo en Andalucía- y al tercero, Vox le dicen, casi con asco (Ciudadanos) súmate, sin rechistar, y calla. No se sabe, en el momento en el que escribo esta Carta, si finalmente el acuerdo tripartito se producirá en Andalucía, o si tendrán que celebrarse nuevas elecciones, de siempre incierto resultado aunque, tal y como las tendencias indican, con más posibilidades de que PSOE y Podemos pierdan aún más diputados que lo contrario. Hay quien dice, como Carlos Herrera por ejemplo, que Ciudadanos/Rivera se encontraría mucho más cómodo gobernando con el PSOE, como ya ha hecho en varios sitios. Me parece, me temo, que esos que así dicen tienen razón.

En este complicado contexto se produjo el pasado miércoles la segunda visita de Pablo Casado, como presidente nacional del PP, a nuestra ciudad. Con él se ha iniciado en España ese necesario proceso de renovación del liderazgo del que escribía José María Aznar y ha comenzado esa “verdadera prueba de supervivencia” que comentaba, y esperaba, el expresidente popular. Tuve ocasión, por segunda vez, de hablar personalmente con el joven nuevo líder del PP y de nuevo me gustó y son dignas de elogiar su naturalidad y su sensatez. Un pequeño detalle me proporcionó un indicio de lo que, a diferencia de la inmensa mayoría de los políticos de altura, Pablo Casado no es: un mentiroso. Hablando precisamente del libro de Aznar, ‘El futuro es hoy’, le pregunté si lo había leído. Lo esperable y lo fácil es que me hubiera contestado que sí, pero lo que me dijo es que, a pesar de que él lo había presentado públicamente, no lo ha leído. En sí la cosa no es importante, pero como indicio lo es, y mucho. Su visita melillense, corta e intensa, sirvió, además de la ya previamente anunciada decisión de nombrar a Juan José Imbroda como candidato del PP a la presidencia de la CAM en las elecciones de mayo, como inyección de confianza a los afiliados y simpatizantes del PP local, que respondieron muy bien y que necesitaban la inyección, y mucho. No es descabellado pensar que si el PP melillense no presenta una lista electoral con profundos cambios se puede incluso ver electoralmente superado por el naciente Vox, dadas las peculiaridades de nuestra ciudad, y aunque Santiago Abascal, el presidente de Vox, las desconoce casi absolutamente. Mucho dependerá, en el caso de Vox como en el del PP, de la lista electoral que finalmente presenten en nuestra ciudad. Ganará el que presente un cambio más creíble y gobernará el que tenga más recursos para pactar.

Posdata. Que la composición de la población melillense está cambiando mucho es un secreto a voces, una evidencia. Basta ver a los niños, y niñas, que salen de los colegios para confirmar lo evidente. Una última demostración: Dos hermanos gemelos, Yasin y Yousef, han sido los primeros bebés, gemelos, nacidos en Melilla en 2019. El último bebé nacido en 2018 -el último de nada menos que 2.564 partos en Melilla durante el año recientemente pasado, la mayoría de ellos marroquíes sin derecho a seguridad social- se llamó Sayfdine. Se prestan estos datos a una más que interesante y evidente reflexión, y una conclusión: cambia, todo cambia, nos guste o nos disguste. El futuro es, ya, hoy.

Loading

Enrique Bohórquez López-Dóriga

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€