Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

Melilla se ofrece a asesorar al resto de comunidades sobre la problemática de menores extranjeros

Daniel Ventura, consejero de Bienestar Social

En opinión del consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, Melilla cuenta con una amplia experiencia en la atención de la problemática de los menores extranjeros no acompañados como para poder ayudar o asesorar a otras comunidades como la catalana que se enfrentan a una situación que "se les escapa de las manos". La experiencia de años y la puesta en marcha de iniciativas como el programa de educadores de calle para atender a los llamados "jóvenes refractantes" o que rechazan entrar en centros, convierten a Melilla en una voz autorizada a la hora de abordar a nivel nacional la cuestión de los MENA. El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura y a tenor de lo que recoge la prensa catalana en relación al creciente aumento de la presencia de menores extranjeros no acompañados en situación de calle en Barcelona y los problemas de inseguridad que generan, llega a la conclusión de que en esta comunidad "hay un gran desconocimiento del fenómeno y que se están dando palos de ciego porque no saben afrontarlo de ninguna de las maneras".

Señala que la problemática de los menores que viven en la calle "se va generalizando a otras comunidades, pero en Melilla lo venimos padeciendo desde hace años, y es ahora, que les afecta cuando vienen a reconocer un problema que cuando nos afectada solo a nosotros, no tenía trascendencia. Lo cierto es que sí tenemos una larga experiencia en el tema".

Melilla puede ayudar
Melilla intenta responder a esta situación con el programa de educadores de calle, que permite realizar "un seguimiento constante y diario, de lunes a domingo, de cómo están los niños y sus necesidades y cuando se detectan, se les derivan a allí donde puedan ser atendidos".
"En Melilla tenemos una amplia experiencia en el tema de menores y estamos dispuestos a asesorar a cualquiera que nos quiera escuchar", y de hecho dijo que se han mantenido contactos con el presidente de Canaria y con el de Ceuta para hablar sobre este asunto. "Parecer ser que hay cada vez más comunidades dispuestas a que podamos compartir información y llevar a cabo acciones que puedan servirnos para ayudarnos unos a otros", dijo.

Aumento de la inseguridad
Pero considera que la solución para por "hacer modificaciones legislativas que impidan que los niños de Marruecos lleguen a España como lo hacen, mientras su país no hace nada en la atención de sus propios niños, con el añadido de que las familias están planificando que sus hijos emigren y aquellos que lo consiguen, generan a su vez un efecto llamada porque llaman a sus familiares para decirles que han llegado".

Hay muchos "que se hacen fotos con calzado o ropa de marca y la envían a sus familias y amigos para confirmarles que ya están en España y que están en muy buenas condiciones cuando lo cierto es que no es así, y que esa ropa la han conseguido con la actividad delictiva".

Indica que habría que preguntarle a la delegada del Gobierno "si los delitos con menores están creciendo porque creo que sí". Reiteró que la cifra de menores y extranjeros en general en Melilla ha crecido desde que entró el PSOE. "Aunque siempre hemos tenido el problema de la inmigración, la situación de desbordamiento en las calles que se ve ahora, con tantos jóvenes y adultos marroquíes en situación de calle no se daba", expuso.

Ventura denunció que si con el anterior gobierno se mantenían reuniones de coordinación con los Cuerpos de Seguridad del Estado, a las que era invitada la Ciudad Autónoma para coordinar el trabajo sobre los menores, estos encuentros hace siete meses que no se celebran.

La consecuencia es que la presencia de jóvenes en las calles "se ha disparado" y que "la media de entrada de menores en los centros de acogida sea de cuatro al día".

Otra consecuencia es "que se esté viviendo un caos en la frontera y que los agentes que tienen que ir, según cuentan amigos y familiares, padecen de ansiedad por tener que enfrentarse a diario a la situación caótica de la frontera y a la presión migratoria". En opinión del consejero "o interviene el Gobierno de manera seria o se incrementará el problema y tendremos una situación realmente seria".
"La delegada del Gobierno tiene que tomar cartas en el asunto, y cumplir aquello que dijo hace siete meses, de que en veinte días solucionaba el tema, porque hasta ahora, no ha hecho nada. Desde que ha llegado este partido nefasto hemos podido ver que su actuación ha sido nula en temas de inmigración, en menores y en seguridad, que son temas que se les va de las manos", expuso.

Modificaciones legislativas
Espera el consejero que el Gobierno central respalde las modificaciones legislativas que el PP va a presentar para modificar la Ley de Extranjería y la Ley del Menor. "Espero que el PSOE se ponga a trabajar seriamente y apoye las modificaciones legislativas porque como Gobierno debe tomar cartas en el asunto en este tema que afecta todas las comunidades autónomas".

Asegura el responsable de Servicios Sociales que la problemática de la migración de menores extranjeros no acompañados y en especial los llamados niños de la calle es una cuestión que "se está extendiendo de una manera exagerada y se han empezado a ver las dificultades que genera en otras comunidades que no son Melilla, con problemas de seguridad, desbordamiento del sistema de protección, que la policía no da a abasto y que la ley no marca nada para que podamos atender por ejemplo a los que no quieren estar atendidos en centros", enumeró.

Los cambios en la legislación que propugnan “buscan dar respuesta a estas y otras muchas cuestiones”.

La presión migratoria y las cifras de acogida
Asegura el consejero que con la entrada del Gobierno de Pedro Sánchez, el problema migratorio, la llegada de extranjeros tanto adultos como de menores "se ha incrementado exponencialmente y así lo demuestran las estadísticas". Como ejemplo se refirió a Melilla que acoge actualmente a cerca de mil (665 en Purísima), sin olvidar otros datos, como que a lo largo de todo 2018 han entrado 1.499 menores en los centros de acogida, y se han contabilizado 4.000 altas y bajas en el sistema de protección fruto del reingreso repetitivo de chicos que acceden a las instalaciones y las abandonan a las pocas horas.

A estas cifras habría que sumar la de los menores y jóvenes en situación de calle que rechazan el sistema de protección, cuyo número es desconocido "porque sólo se conoce la cifra de los menores marroquíes que ingresan en los centros, pero no el volumen total de los que logran alcanzar la ciudad y viven a la intemperie". Ventura manifestó que la situación que viven en estos momentos Cataluña, País Vasco o Madrid con los llamados niños de la calle, no es algo novedoso para Melilla. "Son adolescentes que no se adaptan al sistema de protección, que no quieren estar en los centros y no es porque no haya capacidad, porque por ejemplo Cataluña ha abierto un número muy importante este año, y aún así Barcelona tiene a 300 menores en la calle".

Reconoce que los menores y adultos que viven en la calle y son consumidores "se dedican a delinquir para encontrar dinero para sus adicciones, pero otro de los peligros es que muchos de esos menores son utilizados por adultos en su misma situación para introducirlos en el mundo del consumo y cometer delitos, y no son exageraciones, sino hechos que se ponen en conocimiento de la Fiscalía y de los Cuerpos de Seguridad del Estado".

Los fallos de las pruebas oseométricas para determionar la edad de los menores
Indica el consejero que aunque se habla de menores, un gran número de los jóvenes marroquíes que entran en los centros de acogida son mayores de edad como según ellos mismos reconocen, pero que cuando son localizados por la policía alegan ser menores para evitar la expulsión. Señala que las pruebas oseométricas que se practican en Melilla para determinar la edad de estos jóvenes "no son útiles, porque en ocasiones fija como menor de edad a quienes reconocen tener más de 23 años, lo que les permite beneficiarse del sistema de protección". Todo esto demuestra que "la metodología que se utiliza para la comprobación de la edad de estos jóvenes hace aguas por todas partes, pero no se conocen sistemas que sean eficientes". Entre tanto, "deberemos confiar en lo que nos dicen porque es cierto que hay muchos jóvenes de entre 13 y 18 años que llegan desde Marruecos, que viven en la calle y no quieren ir a los centros".

Afirma que hay determinados partidos políticos "interesados en la llegada de menores y que se incremente la entrada de marroquíes en general, y también hay determinadas ongs que les interesa que haya menores en la calle y se mantengan en esa situación, a sabiendas de que son niños, de que consumen pegamento o ponen en peligro sus vidas".

Loading

Jesús Andújar

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€