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Le piden 1 año por robo, pero él sostiene que es víctima de acoso por parte de un policía nacional

Los hechos ocurrieron cerca del Mercado

A primera hora de la mañana del 9 de julio de 2016 tuvo lugar un robo en un vehículo estacionado en las inmediaciones del mercado del barrio de la Victoria. Un agente de Policía Nacional que se dirigía al trabajo afirma haber visto al acusado, a quien conoce de otras intervenciones, salir a la carrera del interior del coche portando una bolsa. El acusado sostiene que se encontraba en Marruecos celebrando la “pascua chica” y niega por completo su participación en los hechos, atribuyendo la denuncia a la animadversión Según los hechos descritos por el Ministerio Fiscal, el 9 de julio de 2016, sobre las 06:00h de la mañana, el acusado -un joven melillense- fue visto por un agente de Policía Nacional en el interior de un vehículo que había sido forzado mientras se encontraba estacionado en la calle Simancas, cerca del Mercado del barrio de la Victoria.
Según sostiene el agente denunciante, único testigo de los hechos, al percatarse el acusado de su presencia, echó inmediatamente a correr, portando una bolsa. El agente, que iba de camino a comenzar su servicio, no pudo seguirlo porque se encontraba “cargado con material pesado” y “no lo vio necesario”, y no denunció los hechos hasta el día siguiente. A pesar de la oscuridad que reinaba a esa hora, el policía reconoció “si género de dudas” al acusado debido a que es un viejo conocido de otras actuaciones policiales; “lo conozco desde que tenía 16 años, lo he arrestado en otras ocasiones”.
Antes de finalizar su declaración, el agente puso en conocimiento de la sala que había tenido un incidente “desagradable” con el acusado en los instantes previos al comienzo del juicio; “se ha puesto chulesco y chabacano, y si veo algún tipo de amenaza hacia mí o hacia mi familia, procederé a su detención”, sentenció.

Acoso
El acusado, visiblemente indignado, negó la mayor y declaró que, en el momento de los hechos, se encontraba con su familia en Marruecos celebrando la “pascua chica” de final de Ramadán.
“Era Ramadán y estaba en mi chalet de Farhana con mi familia, y estuve allí hasta el día 11 de julio, que fue cuando volví a España”.
Además, el acusado afirmó que, desde 2015, tiene una pierna operada y es incapaz de “salir corriendo”. También expuso ante el juez su aparente falta de motivación delictiva, pese a que en el pasado cometió otros robos con fuerza (concretamente en 2011); “tengo una nómina de 1.700 euros, pagas extras, un trabajo de responsable de obra, ¿Cómo voy a robar si además tengo dos hijos y un tercero en camino?”.
El acusado utilizó su derecho a la última palabra para dejar clara su indignación por la acusación: “Al final me vais a condenar por algo que no he hecho […] Me van a hundir cuando estoy levantando cabeza, ¿no me pueden dejar en paz? No sé qué problema tiene este hombre conmigo, me ha pegado en comisaría las veces que me ha detenido. Tengo miedo a que me distancien de mi familia, porque he cambiado, antes tomaba drogas, pero ya he salido de eso […] mi futuro pinta bien y me quieren hundir”.

Conclusiones
El Ministerio Fiscal, basándose en el testimonio del agente, consideró probados los hechos e interesó para el acusado la imposición de una pena de 1 año de prisión por un delito de robo con fuerza en las cosas.
La defensa, por su parte, consideró que el relato de los hechos adolece de un gran número de lagunas. Por ejemplo, no se llevó a juicio a los propietarios del vehículo, no se han cuantificado económicamente los supuestos bienes robados y no se acredita forzamiento alguno del vehículo.
El letrado de la defensa recordó además que no había fractura del cristal, por lo que no concurrirían los requisitos necesarios para la calificación de robo con fuerza -en todo caso se trataría de un hurto leve-.

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Fernando Lamas Moreno

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