El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, aseguró ayer a este Diario que si Marruecos "alguna vez asumiera su responsabilidad" y permitiera la devolución y la reintegración de sus menores acogidos en nuestro país, tan solo en Melilla el volumen de acogidos bajaría de los casi mil actuales a apenas sesenta, de ahí que el Gobierno de la Ciudad apueste por devolver a su país a los menores marroquíes documentados que se encuentran dentro del sistema de protección melillense. Manifestó el consejero que el portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Senado, Ignacio Cosidó, pudo comprobar en su visita a Melilla el grado de saturación de un centro de acogida de menores como el de la Purísima, que acoge a más de 600 jóvenes, la mayoría marroquíes.
Saturación
Cuando Cosidó acudió a Purísima, esa noche se habían producido 20 incorporaciones de menores extranjeros no acompañados, "a los que, como al resto de los que nos llegan, hay que buscarle espacios, por eso las zonas comunes se utilizan también como dormitorios". Por la mañana son aulas de formación, o espacios de comedor, pero llegada la noche vuelven las literas para acomodar al creciente número de acogidos. Esto es así "porque no nos queda más remedio, pero no hay que olvidar que gracias a los métodos que usamos de funcionamiento, que no son los ideales pero sí son los adecuados en estos momentos, se puede responder a la presión migratoria que padecemos", aseguró.
Esto les lleva a colocar literas de tres alturas y aprovechar los huecos "donde poder echar un colchón más porque consideramos que es mejor que duerman bajo techo, protegidos por los educadores, cuidadores y personal de seguridad, a que estén a la intemperie en las escolleras o en solares expuestos a cualquier peligro y a adultos desaprensivos".
Reiteró que el Gobierno de la Ciudad defiende que estos menores "estén en los centros de acogida antes que en la calle, aunque hay algunos que les interesa que sigan fuera, y así ponerse medallas mostrando un 'maravilloso trabajo de protección' que en realidad es de desprotección". Lo preferible es que estén atendidos por la administración hasta que "se busque, por parte del Gobierno nacional, el que sea, una solución a este problema que es una cuestión de política internacional".
Devolución
Manifiesta Ventura que España debe trabajar para que estos menores "estén con sus padres, en su país, aportando la sociedad marroquí, un activo a esa sociedad, en vez de tener a estos niños repartidos por Europa expuestos a cientos de peligros". Denuncia que el hecho de que España acoja a catorce mil menores marroquíes, "parece que no es grave ya que a nadie le preocupa que haya ese volumen de niños en nuestro país".
Aseveró el consejero que si Marruecos "alguna vez hiciera lo que tiene que hacer con sus súbditos y se llevara a sus niños, pasaríamos de catorce a cinco mil menores acogidos en España". En el caso concreto de Melilla, "pasaríamos de los casi mil actuales a poco más de sesenta, la mayoría niños españoles y un porcentaje muy bajo de otras nacionalidades, como Palestina, Siria o del África subsahariana".
Indica que, en principio, podría llevarse a cabo la devolución o reintegración de aquellos menores que cuentan con documentación de su país, y después, la del resto pero siempre "buscando primar el bien superior del menor y promoviendo su regreso con todas las medidas legales necesarias".
Modificaciones
Melilla no renuncia a la idea de que se promueva la devolución a Marruecos de estos menores, así como de modificar la legislación sobre Extranjería y Menores, para incluir la condición o característica del "inmigrante precoz" con la que reconocer los casos de los adolescentes que abandonan su casa a título personal o animados por sus familias, con objetivos migratorios y no por estar en desamparo.
Indicó Daniel Ventura que esta misma semana se mantendrán dos nuevas reuniones, entre responsables políticos del Gobierno de la Ciudad y técnicos al objeto de seguir profundizando en la redacción de las modificaciones que el Ejecutivo local considera que deberían realizarse en la legislación nacional e incluir "una realidad que no contempla, como es la casuística que se vive en Ceuta y Melilla".
No pudo adelantar el contenido de este trabajo, porque "son los detalles en lo que se está incidiendo, para ver cómo y qué modificaciones se sugieren hacer".
Apoyo
Recordó que esta misma semana el PP ha registrado una Proposición no de Ley (PNL) en las Cortes que hace referencia al tema de menores, en la que pide acelerar la reagrupación de los menores extranjeros no acompañados (MENA) en sus países de origen, como medida para "reforzar la seguridad" de estos niños.
La formación ha materializado esta propuesta en el Congreso a través de un texto que, busca una mayor "protección y seguridad" de los menores no acompañados y que pide al Gobierno, un "plan de choque" que "acelere la reagrupación familiar en origen" de los MENA "contando con los máximos criterios de seguridad y de priorización del interés del menos, según prevé la normativa vigente".
Del mismo modo, llama a potenciar el sistema de coordinación asegurando que incluya a todas las instituciones y administraciones que trabajan con estos menores, así como crear un registro nacional que recoja toda la información de los MENA que hay en España, las actuaciones que las administraciones e instituciones están llevando a cabo y toda la información que sea necesaria para una adecuada protección de los niños.
La misma iniciativa también pide al Ejecutivo que "luche contra las mafias que fomentan el tráfico ilícito de personas, poniendo en peligro a miles de inmigrantes, especialmente a menores vulnerables y mujeres embarazadas"; y que incremente las dotaciones a las delegaciones de Gobierno y subdelegaciones para la repatriación segura de los menores.
El consejero aseveró que Melilla cuenta con el "apoyo del PP a nivel nacional, porque ve que la situación que vivimos en las dos ciudades es insostenible porque carecemos de superficie, y si montan en cólera en Andalucía o últimamente en Cataluña porque tienen a 300 en la calle, qué tendríamos que hacer aquí que convivimos de una manera tan estrecha con el problema que generan los menores inmigrantes precoces", se preguntó.
Cifras crecientes
Explicó que Melilla hace frente a este fenómeno, la llegada de menores, que “se ha incrementado en los últimos años”, al tiempo que defiende llevar a cabo modificaciones en las leyes para que recojan las especificidades de las dos ciudades, porque "es aquí donde vivimos con mayor intensidad que otras comunidades este problema".
Entiende que hay que dar respuesta a nivel nacional a esta presión migratoria porque "hay otras comunidades que lo pasan mal por el número de jóvenes que les llegan y las dificultades que esta llegada masiva les ocasiona".
Afirma Ventura que la ley estaba preparada para atender a los “niños nacionales y algún menor extranjero”, pero denuncia que hay países como Marruecos que están “utilizando el sistema de protección español para que atendamos a sus menores, a los miles que nos llegan".
La guerra de cifras
Manifiesta que los datos de menores que maneja la administración central y las comunidades autónomas por lo general no coinciden pero no porque se manipulen, sino porque son las autonomías y ayuntamientos los que tienen un contacto más directo.
Indicó que las cifras de la delegada del Gobierno no coinciden con las de la Ciudad Autónoma, pero que la Consejería recibe cada noche el número de acogidos y que en base a ellos, se abonan las dietas diarias. Las cifras de la Ciudad apuntan que en 2018 se atendieron a 2.000 menores, contando los 600 que ya estaban en el sistema de protección a 1 de enero de ese año y los 1.500 que fueron acogidos a lo largo de los doce meses posteriores, contando tanto a los que accedían por primera vez a acogida como los de reingreso.
