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El rincón de Aranda

Así nació la pascua militar

Mi amigo, Jesús Rodríguez, uno de mis “Mecenas”, (el otro es José L. Blasco); los llamo así por la gran cantidad de datos que ambos vienen proporcionándome desde hace años, sobre la historia militar, civil y eclesiástica, de nuestra ciudad.
El día de Reyes el Sr. Rodríguez me envió, recordándome, una “Joyita” histórica, que sabe que me agradan mucho. La “Joyita” es sobre la Pascua Militar, y dice así: “…La honradez, hombría de bien de Carlos III, le habían inspirado constantemente el deseo de restituir la nación, siempre que lo pudiese, los dos importantes puertos que había perdido al principio de siglo por poner la corona sobre las sienes de su padre: Gibraltar y Menorca. Si el amor que le profesaba, desde luego que llegó a España, mandar pagar las deudas a los particulares, no es extraño que desease pagar a la nación entera, lo que conocía haber contraído en deuda. (…) El día de Reyes, de enero de 1782, después de la diana tocada por las músicas, rompieron el fuego a la vez 111 cañones y 33 morteros sobre el castillo de San Felipe, en Menorca, continuando sin cesar por la parte de tierra, a la vez que por la de mar lo hacían las bombardas, lanchas y cañoneras hasta ver ondear sobre sus lienzos bandera blanca el 4 de febrero de 1782. La capitulación quedó acordada el siguiente día, en el concepto de reconocerse prisionera la guarnición, después de salir de la fortaleza con honores de guerra y entregar bandera y armas. Los muros de la fortaleza estaban en mal estado, que se pensó en demolerlos por completo después de retirar los escombros, 41 morteros y 306 cañones. (…) Como expresión de júbilo, Carlos III ordenó a los Virreyes, Capitanes Generales, Gobernadores y Comandantes Generales, que en la Epifanía reuniesen a las guarniciones y notificasen en su nombre a Jefes y Oficiales de los Ejércitos su felicitación”.
Así la Pascua Militar ha pasado de ser un emocionante recuerdo histórico, a un solemne acto castrense que, protocolariamente, se celebra cada 6 de enero en el Palacio Real de Madrid, iniciándose así el año militar, y haciendo un balance del año anterior y marcando las líneas de acción a desarrollar en el que comienza.
El Rey recibe al Presidente del Gobierno, a los responsables del Estado Mayor de la Defensa, de los tres Ejércitos, de las Reales y Militares Órdenes de San Fernando y San Hermenegildo, de la Guardia Civil y de la Hermandad de Veteranos.
Para finalizar, deseo sirva este humilde comentario de agradecimiento a los dos “Mecenas”, anteriormente nombrados, ya que con personas como ellos, jamás nuestra ciudad se encontrará huérfana de Historia, con mayúsculas.

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