Desde el respeto a las resoluciones judiciales, a lo que obliga el artículo 118 de nuestra Constitución, no puedo dejar de hacer una consideración a una de las declaraciones de la Sentencia dictada por la Sección Séptima de la Ilma. Audiencia Provincial de Málaga en el denominado “Caso Abogados”. Concretamente, el Fundamento de Derecho Décimo Segundo de la Sentencia concluye con la siguiente declaración:
“Ahora bien, en el caso de autos, el concierto delictivo no es imaginable en atención a las circunstancias ya expuestas, por lo que la firma del contrato es un Acto neutro no punible. En este marco, la aportación causal que se imputa a los letrados, representada por la firma de los sucesivos contratos, era inocua, pues de no haber aceptado, lo hubiera hecho otro profesional del ramo, como de hecho ocurrió. Por lo que aisladamente considerada y sin conexión a un concierto delictivo resulta atípica”.
Con esta declaración se ofende objetivamente al colectivo de letrados/as, al presumir que cualquiera firmaría un contrato de trabajo delictivo para beneficiarse de él. No seré yo, porque no me corresponde, el defender el honor de este colectivo, pues hay otros obligados. No obstante, por lo que a mí me corresponde, sí deseo dejar patente que hace veinte años desde la Consejería de Bienestar Social y Sanidad me fue ofrecido un contrato similar a los ahora enjuiciados, y decliné la posibilidad de suscribirlo. Sin entrar a valorar el carácter delictivo del mismo, sí consideré que aceptar un contrato sin publicidad, en el que no se valoraban la igualdad, el mérito y la capacidad, requisitos constitucionales para el acceso a la función pública, condicionaba mi posición como ciudadano libre y profesional del Derecho.
Señorías ilustrísimas, comprendo que tras conocer este asunto, la participación en el mismo de diversos funcionarios municipales licenciados en Derecho y cuatro abogados/as, así como otras circunstancias que me reservo, puedan llegar a la conclusión de que entre los/as profesionales libres del Derecho no hay personas honestas, sin embargo, están en un error. Pueden imaginar lo que deseen, pero en esta profesión, como en todas, también hay personas decentes y honorables. Atentamente,
José Alonso Sánchez
Colegiado 412 del Excmo. Colegio de Graduados Sociales de Málaga y Melilla
Colegiado 359 del Iltre. Colegio de Abogados de Melilla
