Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

Marruecos mira al sur y avanza en su expansión estratégica por África

Marruecos mira al sur (puerto de Lagos)

Marruecos mira al sur. El país vecino se está postulando como uno de los mayores inversores en África, y ya ha extendido sus “tentáculos” financieros por más de 20 países del continente. El vacío dejado por los bancos europeos durante la crisis, junto con la congelación de las exportaciones hacia la UE, ha invitado a Marruecos a adoptar un planteamiento estratégico que le permita reducir su dependencia de Europa. Siendo uno de los países más estables de África y habiendo ingresado tanto en la UA como en la CEDEAO, al Reino se le presenta una oportunidad única de convertirse en uno de los principales actores económicos del continente. Pese a que habitualmente, al hablar de influencia económica y geopolítica sobre el África Subsahariana, nos viene a la mente China como la principal potencia protagonista, la realidad es que, en los últimos años, ha surgido una emergente fuente de inversión directa para muchas naciones de la región; esa nueva fuente es el Reino de Marruecos.
Las reformas acometidas por el Reino en 2011 permitieron al país vecino “capear el temporal” de las mal llamadas “primaveras árabes”, quedando así como uno de los pocos países estables en toda la región MENA (Oriente Medio y Norte de África). Además, el sólido crecimiento de los últimos años en sectores estratégicos como el manufacturero, el financiero, el turístico o el energético, han impulsado el desarrollo de una economía significativamente más competitiva que la de sus vecinos.
La gradual pérdida de interés de los bancos europeos en África, especialmente durante los años de la última gran crisis crediticia, ha dejado un vacío financiero y de inversión que Marruecos está intentando ocupar, a fin de proyectar su poder y su influencia más allá de sus fronteras. Además, la citada crisis provocó una “congelación” de las exportaciones a la UE, que derivó en un grave perjuicio económico, de modo que Marruecos ve África como una vía para reducir su dependencia de la UE.
Marruecos, recordemos, es uno de los países más estables de África, y sus bancos tienen actualmente presencia financiera en más de 20 países, la mayoría en África Occidental, aunque el país vecino no renuncia a proyectarse hacia el Este, siendo un buen ejemplo de dicha proyección la compra en 2016 de Barclays Egypt por parte del segundo mayor banco de Marruecos, el Attijariwafa Bank.
La entrada de los grandes bancos marroquíes en África sirve de “punta de lanza” para que las empresas marroquíes se expandan en el continente, como por ejemplo hace Maroc Telecom, que este enero reportó un aumento anualizado del 9,7% en su base de usuarios, distribuidos todos en media docena de países africanos. Otra empresa, la estatal OCP (Office chérifien des phosphates), un gigante exportador de fertilizantes, ha proyectado la construcción en Etiopía de la planta de fertilizantes más grande de África.
Otro ejemplo de las aspiraciones marroquíes en el continente, quizás uno de los más ambiciosos, es la reciente firma entre el rey Mohamed VI y el presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, de un acuerdo para la construcción de un faraónico gasoducto que se extenderá a lo largo de la costa occidental de África, entre Nigeria y Marruecos.
El regreso del reino alaui a la Unión Africana, o su entrada en la Comunidad Económica de los Estados del África Occidental (CEDEAO), se explican en gran parte por las necesidades geopolíticas derivadas su proyecto continental. La superioridad tecnológica y la mayor experiencia empresarial de las compañías marroquíes establecen una clara ventaja de partida para Marruecos que, sin embargo, deberá seguir luchando contra sus muchos y graves males internos: una burocracia terrorífica, una inseguridad jurídica preocupante y una corrupción institucionalizada.

Loading

Fernando Lamas Moreno

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€