Si en una ciudad es importante la Red de Abastecimiento de agua potable para consumo de sus ciudadanos, no lo es menos la Red de Saneamiento o Alcantarillado y las Estaciones Depuradoras de esas aguas residuales para volverla a reutilizar en otros usos importantes.
La Red de Saneamiento en el organismo está compuesta por un sistema de cañerías y estaciones depuradoras, lo mismo que en la ciudad que pasamos a desgranar. Un tramo importante y extenso de esta red está a cargo de la Red Venosa que recoge la sangre ya utilizada en diferentes órganos y la lleva a su Estación Depuradora que son los Pulmones donde esa sangre suelta anhídrido carbónico y se carga de oxígeno para volver a los tejidos por su red de abastecimiento (arterias) para la respiración celular y también aportarles sustancias nutritivas y energéticas.
Otra Estación Depuradora son los Riñones, que filtran sustancias de desecho, toxinas y que junto con el agua van a formar la orina, cuyas cañerías de saneamiento son los uréteres, la vejiga y la uretra.
El Hígado es la tercera Estación Depuradora que vierte las sustancias tóxicas, junto con los desechos de la digestión de las grasas a la bilis y esta, a través de su cañería, el Colédoco, al Intestino Delgado y de este al Intestino Grueso o Colon y de este al Ano y al exterior; así como todos los residuos de los procesos digestivos que se inician en la boca en su largo peregrinar.
La Red de Saneamiento se puede colapsar como se colapsan las municipales y traen sus consecuencias que son inundaciones por malos comportamientos y mantenimientos. Y vemos como esas cañerías urbanas se atascan o atoran como las del organismo. La autoridad municipal es responsable de tener expedita su red de saneamiento con controles periódicos para evitar inundaciones en casos de sobrecargas.
Al igual, cada responsable de su red humana, es el que tiene que velar porque su red venosa no se atasque con coágulos; que las cañerías renales no se atoren con cálculos o piedras y que las cañerías digestivas dejen pasar tanto los alimentos como los residuos que estos produzcan.
Queridos lectores, estarán conmigo que el organismo humano es una obra de ingeniería sin par ¿Y sin ingeniero?. Que cada uno ponga el que crea conveniente. Unos dirán que Pepito, otros que Juanito y otros que Antoñito…
Y yo te pregunto-sin esperar, ni requerirte respuesta alguna-qué piensas o quién crees que es ese ingeniero.
Que el 2019 sea año venturoso para todos y al decir para todos, es para todos.
