Pasada la medianoche del 3 de mayo de 2017, un ciudadano marroquí residente en Melilla y sin antecedentes penales fue sorprendido por un viandante mientras trataba de robar en el interior de un coche estacionado en la calle General Polavieja, tras haber fracturado el cristal trasero del citado vehículo. El testigo avisó a la Policía Nacional, que acabó atrapando al acusado. El Ministerio Fiscal pedía para él la imposición de una pena de 1 año por un delito de robo con fuerza, si bien el reconocimiento de los hechos por parte del acusado suscitó una significativa rebaja de la pena, que finalmente quedó en 6 meses de cárcel. Sobre las 00:30h del día 3 de mayo de 2017, un ciudadano marroquí residente en Melilla en situación legal y sin antecedentes penales fue detenido por una patrulla de la Policía Nacional después de haber sido alertados los agentes por un testigo de que el acusado había roto la ventanilla trasera de un coche estacionado en la calle General Polavieja.
El acusado fue sorprendido por el testigo en pleno intento de robo cuando ya había roto la citada ventanilla del vehículo, por lo que no consiguió sustraer nada del mismo. Los agentes lo detuvieron en las inmediaciones cuando trataba de esconderse.
El Ministerio Fiscal Interesaba inicialmente para el acusado un total de un año de prisión por la comisión de un delito de robo con fuerza en grado de tentativa, más el pago de una indemnización de 95 euros al propietario del vehículo por los daños causados en la ventanilla. La defensa del acusado consiguió llegar a un acuerdo de conformidad con el Ministerio Fiscal, de modo que, mediante el reconocimiento de los hechos, obtuvo una significativa rebaja de la pena. El acusado sólo contaba con un antecedente muy antiguo, ya cancelado, por lo que el Ministerio Público ofreció a la defensa la posibilidad de que el acusado fuera condenado a seis meses de prisión, pena que no cumplirá en el centro penitenciario dado que ambas partes se mostraron favorables a la suspensión de la ejecución durante un plazo de tres años. Si el acusado volviera a cometer un delito en el plazo de la suspensión, se revocaría la misma y debería cumplir los seis meses de la condena en el centro penitenciario sin perjuicio de la pena a la que fuera condenado por el nuevo delito.
El propietario del vehículo renuncio a reclamar la cantidad estipulada para la indemnización dado que manifestó que la compañía aseguradora ya se había hecho cargo de los costes relativos a la reparación de la ventanilla.
