Coalición por Melilla (CPM) denunció ayer que la Comisión de Control de Licitaciones, creada al inicio de esta legislatura en virtud del acuerdo de gobernabilidad entre PP y Populares en Libertad (PPL), lleva sin reunirse desde que en septiembre de 2018 se produjo “un golpe de Estado” con el cambio de su presidente. En rueda de prensa, el diputado de CPM Rachid Bussian recordó que esta comisión estaba presidida por el portavoz de su grupo parlamentario, Hassan Mohatar, siendo la única que estaba liderada por un diputado de la oposición, si bien hace cuatro meses, el PP y Grupo Mixto (PPL) votaron su cese y eligieron a la popular Cristina Rivas como presidenta.
Bussian denunció que, desde entonces, esta comisión no se reúne, cuando antes sí lo hacía todos los meses y en ocasiones, varias veces durante una misma semana, lo que permitió “dejar al descubierto las irregularidades en contratación” cometidas, a su juicio, por el Gobierno de Melilla.
También con esta comisión en manos de CPM se pudo “ahorrar cientos de miles de euros” de dinero público de la Ciudad Autónoma, según Bussian, que puso como ejemplos el caso Getyr, el pliego de condiciones del Teatro Kursaal y la contratación menor de la Viceconsejería de Festejos, así como la contratación del Gabinete de Presidencia.
Además, el papel de CPM en la Comisión de Control desde su creación hasta el cambio de presidente logró relegar de sus funciones a “una persona que estaba incapacitada desde el punto de vista legal y administrativo” para el gasto público en el Gabinete de Presidencia, lo que los cepemistas conocen como “el bolsillo de Doraemon” porque ahí caben “gastos de todo tipo”, como “viajes, comidas, obsequios y ordenadores portátiles”. En definitiva, “un dinero prácticamente de libre disposición” que a juicio de Bussian se ha despilfarrado sin que redunde en beneficio de todos los melillenses, sino “solo de unos pocos”.
“Un golpe de Estado”
Para CPM, el cambio de presidencia de dicha comisión de Hassan Mohatar a Cristina Rivas fue “un golpe de Estado” y dio lugar a que “el PP presida una comisión para controlarse a sí mismo”, lo que “resulta chistoso”. Además, dice que ha provocado una “opacidad” en la información pública que ha llevado a periodistas nacionales de investigación a elevar una queja ante el órgano de Transparencia de Madrid.
En este sentido, explicó que estos periodistas han solicitado a la Ciudad Autónoma información sobre contratación pública, pero “se han encontrado con obstáculos”, algo que “no ocurre en otras administraciones”, de ahí que estos profesionales de la información hayan decidido “alertar de la actitud del Gobierno” ante Transparencia para que les den los datos que piden”.
Para Bussian, está claro que lo sucedido esta legislatura en torno al acuerdo de gobernabilidad ha sido “una auténtica farsa” porque “no se ha cumplido absolutamente nada” de lo establecido en ese pacto, y ha instado a Rivas a que convoque de una vez por todas una reunión de la Comisión de Control, después de cuatro meses sin celebrar un solo encuentro ni remitir la documentación solicitada por la oposición.
Bussian: “Nassera Al-Lal es la viceconsejera del Lago Ness”
En la Comisión de Control de Licitaciones, durante el tiempo en que su presidencia estuvo en manos del cepemista Hassan Mohatar, también se pusieron sobre la mesa “dudas” de la oposición en torno a miembros del Gobierno imputados por la Justicia o cuyas funciones no están reflejadas en ningún sitio, como es el caso de Nassera Al-Lal, viceconsejera de Integración Cultural que ha supuesto un gasto de 216.000 euros en sueldos “tirados a la basura”. “Podemos considerarla la viceconsejera del Lago Ness porque no tienen ninguna función asignada”, dijo Rachid Bussian, que extendió esta crítica a otros miembros del Gobierno que “apenas han salido dos o tres veces de manera puntual”.
