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Cartal del Editor

Panorama económico desolador, sin victimismo

Una buena visión del mundo actual, especialmente de los países considerados como desarrollados: “Ojalá ahora el mundo se quite esa asquerosa capa victimista que ha asumido en los últimos 10-15 años, cada vez con mayor fuerza. Victimista porque nadie asume responsabilidad por sus actos. La gente se conduce como “ay, soy una víctima”, pero dentro de cada víctima hay un victimador, alguien con aspiraciones de hacer víctimas a otros, porque odia, odia mucho. Hay que decirle “mira, odio no”. (Antonio Escohotado, el autor de la trilogía ‘Los enemigos del comercio. Una historia moral de la propiedad’, un iconoclasta jurista, filósofo y sociólogo, en una entrevista publicada esta semana. Una buena visión del mundo actual, especialmente de los países considerados como desarrollados: “Ojalá ahora el mundo se quite esa asquerosa capa victimista que ha asumido en los últimos 10-15 años, cada vez con mayor fuerza. Victimista porque nadie asume responsabilidad por sus actos. La gente se conduce como “ay, soy una víctima”, pero dentro de cada víctima hay un victimador, alguien con aspiraciones de hacer víctimas a otros, porque odia, odia mucho. Hay que decirle “mira, odio no”. (Antonio Escohotado, el autor de la trilogía ‘Los enemigos del comercio. Una historia moral de la propiedad’, un iconoclasta jurista, filósofo y sociólogo, en una entrevista publicada esta semana.

Visión que se complementaría, por contradicción, con un repaso a La Odisea, de Homero, libro épico en el que se cuenta el famoso viaje de Ulises (Odiseo) lleno de dificultades, tentaciones y peligros, desde Troya hasta Itaca; sus encuentros con los Cíclopes y Polifemo, con las Sirenas, con la maga Circe y la ninfa Calipso, su venganza contra los pretendientes de su mujer, Penélope, que planeaban matarle cuando volviera a su reino. Un canto homérico a la posibilidad de superar todas las dificultades.

El pasado martes acudí, como miembro de la directiva, a una reunión que la Plataforma de empresarios de la frontera -el nexo que les une- había convocado con los secretarios generales de todos los partidos de Melilla, con o sin representación en la Asamblea actual de la Ciudad, que más que previsiblemente variará mucho a partir del 26 de mayo. Miembros de la Plataforma empresarial/comercial ya se habían reunido previamente con casi todos los partidos locales -yo no pude acudir- excepto con el Partido Popular que, por una u otra razón, se negó a reunirse con quienes, según los dirigentes del partido, les habían tratado injustamente y, además, aducían y siguen aduciendo, eran poco menos que marionetas de un determinado partido político cuya relación con el PP es de abierta confrontación, la Coalición por Melilla encabezada por Mustafa Aberchán.

Lo que ocurrió en la convocada reunión del martes, ya con mi presencia, fue más que curioso. Hubo más convocantes, miembros o simpatizantes de la Plataforma, que convocados, militantes de los partidos. El PP, el partido gobernante, no acudió, presuntamente porque acudía CpM, el partido presuntamente y según ellos, manipulador de la Plataforma. El PSOE y Ciudadanos tampoco fueron a la reunión, porque ¡no se sentaban con Vox!, el partido emergente gracias al cual Ciudadanos cogobierna en Andalucía y con el que el PSOE, si finalmente obtiene representación parlamentaria el 26 de mayo, habrá de sentarse en los bancos de la Asamblea local. Sí respondieron con su asistencia a la reunión, CpM, Podemos, UPyD y, estos con una representación numerosa (4 personas), Vox.

La actitud de los cuatro partidos asistentes fue, como era de esperar, de correcta atención y de prometer -algo que, evidentemente, no es difícil cuando no se gobierna- apoyo para solucionar un problema que cada vez parece más insolucionable, más irreparable, como es el caso de nuestras fronteras con Marruecos. La actitud generalizada de los miembros de la Plataforma -con muy diferentes intereses, pero todos interesados en que las fronteras dejen de ser el caos discrecional que actualmente son y que antes no eran- fue de desilusión por “tantos incumplimientos eternos” y de incomprensión y rechazo, plenamente justificados, hacia la actitud de los partidos que no quisieron asistir a la reunión para oír las preguntas, propuestas y “exigencias” de los empresarios/comerciantes asistentes, la mayoría de los cuales prometieron, y repitieron, su intención de no votar en mayo a los partidos ausentes.

Por el caos fronterizo y por otras muchas razones es bien cierto, como se pudo comprobar también en el ambiente de los convocantes del martes, que el panorama económico de las empresas -la inmensa mayoría micro, micro, empresas- y de los autónomos de nuestra ciudad es, en general, desolador. En las redes sociales se habla mucho -es gratis- y se leen algunas cosas razonables y muchas barbaridades impunes.

El lamentable ejemplo de los taxistas de Barcelona y Madrid y la inacción cobarde y medrosa de los gobiernos ante su violencia -gobiernos central y locales- alienta todas esas convocatorias a las manifestaciones, y a la inevitable violencia, que ahora, por cientos, inundan las redes, animando a todos unidos para gritar, para amedrentar, para hacer mover lo que, por medrosidad e ignorancia política egoísta y cortoplacista, ahora apenas se mueve. Es probable que sean precisamente algunos políticos los que, por intereses partidistas nocivos (no lo son todos, evidentemente) alientan a algunos de esos comerciantes que, sin descanso, se manifiestan como “no somos políticos”, como si eso fuera posible (todos vivimos en la polis, en sociedad política), y siempre están en contra de los mismos partidos. Pero eso, con ser cierto, no justifica ni la inacción ni el escapismo de los políticos en ejercicio y en el poder, como tampoco justifica ese infantil “contigo no me siento, no me arrejunto” del que hicieron lamentable gala los tres partidos que el martes no acudieron a la convocatoria de los angustiados comerciantes.

Resumiendo: sugiero que nos desprendamos de esa “asquerosa capa victimista” que denunciaba Escohotado. Y que nos fijemos más en Ulises y su perseverancia y habilidad para superar los aparentemente insalvables obstáculos de su largo viaje. Melilla lo necesita tanto como (una aportación de Emilio Guerra, de UPyD, en la reunión del martes) adecuar varios artículos de las normativas legales españolas, del marco legal, a la peculiar e importante -para España- situación de Melilla y Ceuta, y actuar en nuestras fronteras con Marruecos bajo la premisa de que pueda salir todo, sin trabas ni controles legales o ilegales, centrándonos en controlar bien, repito, bien y normativamente no discrecionalmente, sólo lo que entra, no lo que sale, excepto delincuentes, claro (aportación mía, con perdón).

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Enrique Bohórquez López-Dóriga

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