Un joven melillense de 15 años se encontraba paseando por la Avenida de la Juventud a las 20:00h del 3 de enero de 2018 cuando un grupo de tres maleantes lo asaltó y, tras intimidarlo, consiguió robarle un móvil valorado en más de 400 euros. El joven inmediatamente avisó a la Policía que, tras una batida por la zona del robo, localizó a uno de los tres individuos, el acusado, si bien no se recuperó el móvil. El acusado, sin antecedentes penales pero con una historia de adicción a las sustancias, reconoció plenamente los hechos, lo que la Fiscalía rebajó sus pretensiones de 2 años a solo 17 meses de prisión. El 3 de enero de 2018, sobre las ocho de la tarde, un menor melillense, de 15 años de edad, fue asaltado por un grupo de tres personas.
El menor se encontraba paseando por la Avenida de la Juventud, la calle que va desde el Colegio Eduardo Morillas hasta el Hospital Comarcal, cuando el acusado, un melillense mayor de edad sin antecedentes penales y con historial de consumo de sustancias, abordó al joven, acompañado de otras dos personas no identificadas.
Los tres asaltantes intimidaron al chico y le instaron a darles todo lo que llevara encima, consiguiendo sustraerle un smartphone Samsung Galaxy S7 valorado en más de 400 euros.
Tras el robo, los asaltantes huyeron y se dispersaron, pero el rápido aviso del joven a la Policía provocó que, en una batida de los agentes por la zona, finalmente se localizase y se detuviese al acusado, si bien el teléfono móvil no pudo ser recuperado.
El Ministerio Fiscal interesaba inicialmente para el acusado la imposición de una pena de 2 años de prisión por la comisión de un delito de robo con violencia o intimidación, además del pago de una responsabilidad civil equivalente al valor del móvil sustraído.
Sin embargo, el acusado prefirió reconocer directamente los hechos en aras de alcanzar un mejor acuerdo con el Ministerio Público, que dada la cooperación del acusado, rebajó su petición de pena a sólo 1 año y 5 meses de prisión, más el pago de una indemnización de 415 euros por el móvil robado.
Al no tener antecedentes, se le suspendió la pena por un plazo de 2 años, por lo que no ingresará en prisión.
Tanto la defensa como el propio acusado trataron de justificar los hechos asegurando que el acusado se encontraba, en el momento de los mismo, bajo los efectos de las drogas (tiene informes psiquiátricos que acreditan su adicción).
