La Ciudad Autónoma de Melilla presentó ayer un plan de regeneración integral denominado “El Rastro. El Barrio de las Lenguas”, que permitirá revitalizar el primer barrio extramuros de Melilla con multitud de proyectos urbanísticos y culturales que supondrá una inversión de entre 10 y 12 millones de euros en 5 años. Se trata de un plan transversal en cuya ejecución participarán varias consejerías, pero pivotará sobre la de Cultura, cuya responsable, Fadela Mohatar, dio a conocer ayer algunos de los detalles en una rueda de prensa a la que asistieron varios miembros del Gobierno de Melilla, entre ellos su presidente, Juan José Imbroda. El dirigente melillense subrayó que se trata de un plan “muy ambicioso” en el que Cultura lleva un año trabajando, y cuya presentación ayer mostró “las bases que se han puesto después de mucho estudio de laboratorio y de campo y de contacto con los vecinos” y comerciantes de la zona, que son entre 70 y 80.
Por lo tanto, Imbroda aclaró que no se trata de “una improvisación por las elecciones”, sino un proyecto en el que ya hay “dinero invertido” por la Ciudad Autónoma y que pretende recuperar una zona que desde los años 70 está “deprimida” pese a estar situada “en el centro de la ciudad”, a muy pocos metros del Triángulo de Oro Modernista y el recinto amurallado.
Explicó que ya se está avanzando en ese objetivo de regenerar el Rastro con la rehabilitación del antiguo Mercado Central, que pronto abrirá sus puertas reconvertido en Escuela de Idiomas, Conservatorio de Música y Escuela de Adultos.
Un edificio y un posible parking
Entre las diferentes actuaciones contempladas en este plan de regeneración integral, Imbroda destacó la adquisición en las próximas semanas de un inmueble que albergará el futuro Museo de las Lenguas, una operación que está ya valorada y en la Consejería de Hacienda para poder llevarla a cabo.
También se está estudiando la posibilidad de construir un aparcamiento público subterráneo en la plaza del Rastro, actuación de la que dependerá la inversión final de entre 10 y 12 millones de euros que prevé la Ciudad Autónoma en este plan, unos 1,8 millones al año, aproximadamente.
La consejera de Cultura dio a conocer también durante la presentación varias de las actuaciones que contempla dicho plan, algunas urbanísticas, como la creación de una plataforma única, la reordenación del tráfico y el adecentamiento de aceras y calzadas, así como la creación de un programa específico de apoyo a la recuperación de fachadas.
También habrá una actuación paralela para el tratamiento de residuos y un plan contra la venta ambulante, que es “uno de los problemas enquistados en el barrio”, para lo que se plantea una estrategia basada en la construcción de puestos decorativos que serían concedidos por la Ciudad Autónoma con un compromiso de mantenerlos estéticamente limpios y cuidados.
Ayudar a los comerciantes para igualar sus establecimientos con toldos y letreros a través de regímenes de ayuda de Promesa, la plantación de especies autóctonas para mejorar el entorno y apostar por el arte urbano con los símbolos de la cultura mediterránea son otros de los ejes de este plan para regenerar el Rastro, donde se concentran más de 40 edificios de interés cultural, entre ellos la Mezquita Central, la Fuente del Bombillo, la sinagoga o el hospital indígena.
Recuperar “la esencia y la identidad”
El objetivo, dijo Mohatar, es recuperar “la esencia y la identidad” de este barrio, “multiplicar y completar la oferta de turismo cultural en una zona que es la prolongación natural del centro” y lograr en el Rastro lo mismo que en otras ciudades con barrios emblemáticos, ayudándose para ello de programas europeos como Erasmus Plus, Interreg Med o Europa Creativa y, sobre todo, la participación ciudadana.
Imbroda consideró que se trata de un estudio “muy ambicioso” que permitirá “recuperar y potenciar ese sabor auténtico que tenía el Rastro cuando se creó en los años 40, 50 y 60”, con el objetivo de que se convierta en un “foco de atracción turística importante”, que conllevará, además, creación de empleo, riqueza y trabajo.
El presidente melillense apuntó que, de esta manera, también se apoya a los “muchos comerciantes de siempre” de este barrio, algo “muy interesante” porque “son herederos de los primeros que se pusieron, que tienen amor al barrio y que hay que apoyarlos porque son melillenses de toda la vida”.
