Los pescaderos de los mercados dependientes de la Ciudad Autónoma se concentran esta mañana a las puertas del Mercado Central, para dejar patente su malestar y preocupación por el hecho de que se cumplen nueve días sin que entre pescado de Marruecos, tras la entrada en vigor del nuevo certificado DVCE que exige Delegación del Gobierno. Lo preocupante, aseguran, es que mientras sus puestos siguen vacíos, los vendedores ilegales hacen su agosto con género del país vecino. Los puestos de pescadería de los mercados de la ciudad volvieron a amanecer ayer lunes cerrados y sin mercancía a la vista como viene sucediendo desde la entrada en vigor de la exigencia de Delegación del Gobierno de tener que mostrar el Documento Veterinario Común de Entrada (DVCE) para la importación de pescado desde el país vecino; un documento que ya presentan los importadores de fruta y verdura. Mientras no se pueda mostrar el DVCE no entrará pescado a Melilla.
Los pescaderos aseguran que la elaboración de este documento encarecerá el precio final al consumidor, lo que será un añadido más para que se reduzca el ya de por sí bajo número de clientes, según lamentan. Hoy martes, cuando se cumple el noveno día sin pescado marroquí, los pescaderos de los mercados municipales se concentrarán a las once y media de la mañana a las puertas del Mercado Central para dejar de manifiesto su malestar y el temor de un colectivo que se ve abocado al cierre.
Uno de los pescaderos comentó a este Diario, que lo que resulta "incomprensible, es que llevamos más de una semana sin pescado, sin furgonetas que entren de Marruecos pero hay más pescado que nunca en la calle". Afirma que los vendedores ilegales a las puertas de los mercados, los que exponen la mercancía en cubos o cajas, y con las mínimas medidas sanitarias, "están haciendo su agosto".
Lo que queda claro es que "los perjudicados somos nosotros, porque los ilegales venden pescado y las grandes superficies y nosotros nada". Pregunta cómo es posible que mientras a ellos les exigen DVCE, que siga entrando mercancía desde Marruecos. "Delegación dice que con el DVCE se va a luchar contra la venta ilegal y que se refuerza el control sanitario, entonces por dónde entra ese pescado, cómo es posible que haya tanto pescado en la calle", indica. Asimismo recuerda que mientras la mercancía que ellos venden pasa un doble filtro sanitario, el primero por el servicio veterinario de Delegación del Gobierno y otro por veterinarios de la Ciudad Autónoma, "nadie controla a los vendedores de los cubos". Lo que está claro es que "todo el mundo nos hace la competencia y entre tanto nosotros llevamos una semana sin vender nada. Si lo que buscan es acabar con nuestro negocio, que somos pequeños empresarios, que lo digan, porque estamos cansados".
